Yao Wenyuan

 

Sobre la base social de la camarilla antipartido de Lin Piao

 

 


Primera vez publicado: Yao Wenyuan, "Lun Lin Biao fandang jituan de shehui jichu" en Hongqi no. 3 (marzo) de 1975, p�gs. 20-29.
Versi�n en castellano: Pek�n Informa, No. 11 (19 de marzo) de 1975, p�g. 5-11.
Esta edici�n: Marxists Internet Archive, marzo de 2013.


 

 

 

Rerifiendose a la necesidad de tener una clara comprensi�n de la cuesti�n relativa al ejercicio de la dictadura del proletariado sobre la burgues�a, el Presidente Mao indic� expl�citamente: "Ser�a muy f�cil para tipos como Lin Piao impulsar el sistema capitalista si subieran al Poder. Por eso, debemos estudiar m�s obras marxista-leninistas". Se plantea aqu� una cuesti�n de importancia capital, a saber, �cu�l es la naturaleza clasista de los "tipos como Lin Piao" y cu�l es la base social que engendr� a la camarilla antipartido de Lin Piao? Una clara comprensi�n de este problema es, indudablemente, muy necesaria para consolidar la dictadura del proletariado y prevenir la restauraci�n del capitalismo, y para aplicar con firmeza la l�nea fundamental del Partido para la etapa hist�rica del socialismo y crear paso a paso las condiciones que imposibiliten la existencia y el resurgimiento de la burgues�a.

Al igual que todos los revisionistas y todas las corrientes ideol�gicas revisionistas, Lin Piao y su l�nea revisionista no fueron un fen�meno casual. El y sus fan�ticos secuaces se hallaban extremadamente aislados en todo el Partido, el ej�rcito y el pueblo, pero existe en la sociedad una base clasista profundamente arraigada que engendr� a esa pandilla sumamente aislada que se autodenominaba "caballo celestial" que "vuela por el firmamento, solo y libre".

Es bastante obvio que la camarilla antipartido de Lin Piao representaba los intereses de la clase terrateniente y la burgues�a derribadas e interpretaba las aspiraciones de los derribados reaccionarios de derrocar la dictadura del proletariado y restaurar la dictadura burguesa. Esta camarilla se opon�a a la Gran Revoluci�n Cultural Proletaria y abrigaba un inveterado odio hacia el sistema socialista de dictadura del proletariado en nuestro pa�s, tild�ndolo de "autocracia feudal" y vilipendi�ndolo como el "Primer Emperador de la dinast�a Chin de hoy". Quer�a que los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas "alcanzaran la verdadera emancipaci�n en lo pol�tico y lo econ�mico"; es decir, pretend�a transformar, en lo pol�tico y econ�mico, la dictadura del proletariado en la de la clase terrateniente y la burgues�a compradora y convertir el sistema socialista en capitalista. Como agente de la burgues�a en el seno del Partido, la que procura su restauraci�n por todos los medios, esta camarilla lleg� a un grado de locura en sus ataques contra el Partido y la dictadura del proletariado, hasta instituir una organizaci�n de agentes secretos y urdir un golpe de Estado armado contrarrevolucionario. Esta locura refleja el hecho de que los reaccionarios que han perdido el Poder pol�tico y los medios de producci�n recurrir�n necesariamente a todos los resortes que puedan tocar para recuperar las posiciones de clases explotadoras que han perdido. Hemos visto c�mo Lin Piao, despu�s de su rotundo fracaso pol�tico e ideol�gico, intent�, como un tah�r desesperado, "tragarse" al proletariado arriesg�ndolo todo en una sola jugada, y finalmente traicion� a la patria para entregarse al enemigo. A pesar de que el Presidente Mao y el Comit� Central del Partido con mucha paciencia lo educaban, esperaban y trataban de salvarlo, no fue posible cambiar su naturaleza contrarrevolucionaria en lo m�s m�nimo. Todo esto refleja la lucha de vida o muerte entre el proletariado y la burgues�a, las dos principales clases antag�nicas, bajo la dictadura del proletariado, lucha que proseguir� por un largo per�odo. Mientras subsistan las clases reaccionarias derribadas, ser� posible que surjan en el Partido (y en la sociedad) representantes de la burgues�a que pretendan convertir las esperanzas de restauraci�n en tentativas de restauraci�n. Por ello debemos mantener alta vigilancia, estar alerta contra todas las intrigas de los reaccionarios internos y externos y hacerlas a�icos, y de ning�n modo mostrarnos negligentes a este respecto. No obstante, este conocimiento a�n no abarca la totalidad del problema. La camarilla antipartido de Lin Piao no s�lo representaba las esperanzas de restauraci�n de la clase terrateniente y la burgues�a ya derribadas sino tambi�n las esperanzas de usurpar el Poder abrigadas por los nuevos elementos burgueses surgidos en la sociedad socialista. Los individuos de esa camarilla ten�an ciertas caracter�sti- cas de los nuevos elementos burgueses y algunos de ellos eran en s� tales elementos burgueses. Algunas de sus consignas respond�an y reflejaban las necesidades de desarrollar el capitalismo que sienten los elementos burgueses y aquellos que quieren seguir el camino capitalista. Precisamente es este �ltimo aspecto el que requiere un an�lisis m�s a fondo.

El Presidente Mao se�al�: "Lenin dijo: 'La peque�a producci�n engendra capitalismo y burgues�a constanteniente, cada d�a, cada hora, de modo espont�neo y en masa'. Esto tambi�n ocurre en una parte de los obreros y una parte de los miembros del Partido. Tanto en las filas del proletariado como entre los trabajadores de los organismos oficiales hay personas que incurren en el estilo de vida burgu�s". Algunos integrantes de la camarilla antipartid� de Lin Piao eran, precisamente, representantes de esta nueva burgues�a y de este nuevo capitalismo. Entre ellos Lin Li-kuo [hijo de Lin Piao] y su "flotilla" [nombre en clave de su organizaci�n de agentes secretos] eran del todo elementos burgueses y contrarrevolucionarios antisocialistas engendrados en la sociedad socialista.

La existencia de la influencia de la burgues�a y la influencia del imperialismo y el revisionismo internacionales constituye la fuente pol�tica e ideol�gica del surgimiento de los nuevos elementos burgueses, y la subsistencia del derecho burgu�s es su importante base econ�mica.

Lenin indic�: "En la primera fase de la sociedad comunista (la que es habitualmente llamada socialism�) el 'derecho burgu�s' n o se suprime eompletamente, sino s�lo en parte, s�lo en la medida de la revoluci�n econ�mica ya alcanzada, es decir, s�lo con respecto a los medios de producci�n". "Sin embargo, este derecho persiste en su otro aspecto, persiste como regulador (determinante) de la distribuci�n de los productos y de la distribuci�n del trabajo entre los miembros de la sociedad. 'El que no trabaja no come': este principio socialista es ya una realidad; 'a igual cantidad de trabajo, igual cantidad de productos': tambi�n es ya una realidad este principio socialista. Pero esto no es todav�a el comunismo, y no elimina todav�a el 'derecho burgu�s', que da una cantidad igual de productos a hombres desiguales, por una cantidad desigual (desigual de hecho) de trabajo".

El Presidente Mao se�al�: "China es un pa�s socialista. Antes de la liberaci�n no diferia mucho del capitalismo. Ahora todav�a practica un sistema salarial de ocho grados, la distribuci�n a cada uno seg�n su trabajo y el intercambio por medio del dinero, los cuales apenas son distintos de aquellos existentes en la vieja sociedad. Lo diferente es que el sistema de propiedad ha cambia- do". "Nuestro pa�s practica ahora un sistema de mercanc�as, y el sistema salarial es desigual, como el de ocho grados, etc. Esto s�lo puede ser restringido bajo la dictadura del proletariado".

En la sociedad socialista existen dos tipos de propiedad socialista: propiedad de todo el pueblo y pro-. piedad colectiva. Esto determina que nuestro pa�s aplique el sistema de mercanc�as en la actualidad. Los an�lisis hechos por Lenin y el Presidente Mao nos dicen que el derecho burgu�s que subsiste inevitablemente en la distribuci�n y en el intercambio bajo el r�gimen socialista debe ser restringido bajo la dictadura del proletariado, de modo que en el prolongado transcurso de la revoluci�n socialista se disminuyan gradualmente las diferencias entre obreros y campesinos, entre la ciudad y el campo y entre el trabajo manual y el intelectual y las diferencias de jerarqu�a y se creen gradualmente las condiciones materiales y espirituales para eliminar tales diferencias. Si, en vez de hacerlo as�, se demanda en cambio consolidap, ampliar y reforzar el derecho burgu�s y aquella parte de desigualdad acarreada por este derecho, surgir� inevitablemente la polarizaci�n, es decir, un reducido n�mero de personas adquirir� en la distribuci�n una creciente cantidad de mercader�as y dinero por ciertos canales legales y numerosos canales ilegales; cundir�n las ideas capitalistas de enriquecerse y buscar fama y lucro personales, ideas fomentadas por tal "incentivo material"; tomar�n cuerpo los fen�menos tales como convertir lo p�blico en privado, dedicarse a la especulaci�n, incurrir en la malversaci�n y corrupci�n y cometer robo y soborno; el principio capitalista por el que se rige el intercambio de mercanc�as invadir� la vida pol�tica y hasta la vida del Partido y descompondr� la econom�a planificada socialista; se dar� lugar a actos de explotaci�n capitalista de transformar la mercanc�a y el dinero en capital y tomar la fuerza de trabajo como mercanc�a; cambiar� de car�cter el sistema de propiedad en algunos departamentos y entidades donde se aplique la l�nea revisionista, y reaparecer�n casos de opresi�n y explotaci�n de los trabajadores. Como resultado, surgir� entre los miembros del Partido, los obreros, los campesinos acomodados y los trabajadores de los organismos oficiales un reducido n�mero de nuevos elementos burgueses y advenedizos que traicionan totalmente al proletariado y al resto del pueblo trabajador. Nuestros camaradas obreros han dicho muy bien: "Si no se restringe el derecho burgu�s, �ste restringir� el desarrollo del socialismo y ayudar� el del capitalismo". Cuando la fuerza econ�mica de la burgues�a crezca hasta cierto punto, sus agentes procurar�n la dominaci�n pol�tica, el derrocamiento de la dictadura del proletariado y el sistema socialista y un cambio total de la propiedad socialista, y restaurar�n y desarrollar�n de modo abierto el sistema capitalista. Una vez tomado el Poder, la nueva burguesia, como primer paso, ahogar� en sangre al pueblo y restaurar� el capitalismo en la superestructura incluidos todos los dominios ideol�gicos y culturales; luego, efectuar� la distribuci�n conforme al volumen del capital y del poder que posea cada uno, reduciendo a una mera f�rmula la distribuci�n "a cada uno seg�n su trabajo". Un pu�ado de nuevos elementos burgueses, que tengan monopolizados los medios de producci�n, monopolizar�n, al mismo tiempo, el poder de distribuir los art�culos de consumo y otros productos. Este es el proceso de la restauraci�n que ha ocurrido hoy en la Uni�n Sovi�tica.

Se ha denunciado y criticado mucho la manera como la camarilla antipartido de Lin Piao no reparaba en medios para amasar fortunas, como practicaba sin medida el modo de vida burgu�s y como se val�a del derecho burgu�s para llevar a cabo toda clase de actividades insidiosas, repugnantes e inconfesables. Pero es m�s ilustrativo el "Esquema de la 'obra 571' ", un plan para un golpe de Estado contrarrevolucionario, en que la camarilla antipartido de Lin Piao usaba precisamente las ideas del derecho burgu�s, y no otra cosa, para instigar o incitar a ciertas personas de las diversas clases a oponerse a la dictadura del proletariado. En otras palabras, los intereses de clase que el plan representa son, adem�s de los de la vieja burgues�a, precisamente los de los nuevos elementos burgueses y los de un exiguo n�mero de personas que quieren usar el derecho burgu�s para el desarrollo del capitalismo. Es por eso que el plan dirige la punta de lanza de su ataque contra la l�nea revolucionaria proletaria del Presidente Mao y muestra un odio particularmente ac�rrimo a ciertas restricciones que impone nuestro pa�s al derecho burgu�s mediante la revoluci�n socialista bajo la dictadura del proletariado.

La camarilla antipartido de Lin Piao tild� de "una forma velada de desempleo" el ingreso de los cuadros de los organismos oficiales en las escuelas "7 de Mayo"; difam� como un golpe a los cuadros la simplificaci�n de la estructura administrativa para estrechar la ligaz�n con las masas. Sostuvo que los cuadros deben ser se�ores que cabalgan sobre las espaldas del pueblo, y que por eso quedar�n "cesantes" una vez que tomen parte en el trabajo colectivo de producci�n. De esta manera, incitaba a oponerse a la l�nea del Partido y al sistema socialista a una parte de los trabajadores de los organismos oficiales, constituida por aquellos que quieren extender el derecho burgu�s, quieren actuar como se�ores y bur�cratas y adolecen gravemente del estilo de vida burgu�s.

La camarilla antipartido de Lin Piao calific� calumniosamente de "una forma velada de correcci�n en tra- bajos forzados" el hecho de que los intelectuales se integran con los obreros y campesinos y van a las zonas rurales. Grupos y grupos de j�venes con conciencia comunista han ido al campo llenos de entusiasmo. Se trata de una gran causa de significaci�n trascendental para disminuir las diferencias entre obreros y campesinos, entre la ciudad y el campo, entre el trabajo manual y el intelectual, para restringir el derecho burgu�s. La elogian efusivamente todos los revolucionarios, mientras la combaten las personas corro�das por la ideologia burguesa y especialmente aquellas atadas por las ideas del derecho burgu�s. Mantener o no la orientaci�n de que los j�venes instruidos se integren con los obreros y campesinos est� relacionado directamente a si la revoluci�n en la educaci�n universitaria podr� o no seguir persistentemente el camino tomado por la F�brica de M�quinas-Herramientas de Shanghai, camino consistente en que los estudiantes son seleccionados de entre obreros y campesinos y vuelven a ellos despu�s de terminar sus estudios. El odio particular de la camarilla antipartido de Lin Piao a esto no s�lo demostraba su contraposici�n al pueblo trabajador, sino que revelaba tambi�n su empleo del derecho burgu�s para atacar al Partido y su intento de incitar a aquellas personas profundamente influenciadas por las ideas del derecho burgu�s a oponerse a la revoluci�n socialista. Su programa residia en ensanchar las diferencias entre la ciudad y el campo y entre el trabajo intelectual y el manual, hacer de los j�venes instruidos una nueva capa aristocr�tica con el prop�sito de ganar el apoyo a su golpe de Estado contrarrevolucionario de aquellas personas profundamente influenciadas por las ideas del derecho burgu�s.

La camarilla antipartido de Lin Piao calificaba calumniosamente de sometimiento a "una forma velada de explotaci�n" el fomento del esp�ritu comunista por la clase obrera que critica al "incentivo material" revisionista. Lin Piao era un fan�tico predicador del "incentivo material". En su siniestra Iibreta de apuntes, escribi� de su pu�o y letra que "el incentivo material a�n es indispensable", "materialismo, incentivo material", "seducciones: puestos oficiales, emolumentos, favores" y otras charlataner�as revisionistas. Un importante miembro de esa camarilla tambi�n escribi� en su siniestra libreta de apuntes: "El principio de distribuci�n a cada uno seg�n su trabajo y los intereses materiales" es la "fuerza motriz decisiva" para el desarrollo de la producci�n. En apariencia, ellos abogaban por utilizar el dinero como "acicate" para los obreros. Pero, de hecho, trataban de agrandar ilimitadamente las diferencias jer�rquicas entre �stos y formar y comprar entre los obreros a una peque�a capa privilegiada que reniegue de la dictadura del proletariado y de los in- tereses de �ste, a fin de quebrantar la unidad de la clase obrera. Recurr�an a la concepci�n burguesa del mundo para corromper a los obreros, y, a la vez, intentaban emplear a un peque�o n�mero de �stos, profundamente influenciados por las ideas del derecho burgu�s, como una fuerza de apoyo para su oposici�n a la dictadura del proletariado. Lin Piao y compa��a prestaban "particular" atenci�n al empleo de los "salarios" para engatusar a los "j�venes obreros". Las "seducciones: puestos oficiales, emolumentos, favores" eran precisamente una intriga suya. Esto nos demuestra como ejemplo negativo que los j�venes obreros, especialmente los que se han hecho cuadros, deben rechazar conscientemente la seducci�n material de la burgues�a y las adulaciones de las ideas del derecho burgu�s en sus distintas manifestaciones, mantener y fomentar el esp�ritu revolucionario comunista de valerosa lucha por la emancipaci�n total del proletariado y de toda la humanidad y esforzarse por dotar su mente de la concepci�n marxista-leninista del mundo, y de ninguna manera deben dejarse deslumbrar por el abigarrado mundo de mercanc�as, intercambio mediante el dinero, alabanzas vulgares, adulaciones y lisonjas, fraccionalismo y cosas por el estilo, a fin de no caer en la trampa tendida por Lin Piao y similares estafadores pol�ticos o por los terratenientes y burgueses en la sociedad. Bajo el r�tulo de "mostrar solicitud" por los j�venes obreros, tipos como �stos, de hecho, les dan "incentivo" para que emprendan el camino capitalista, y se les puede calificar de ser una especie de "incitadores" pol�ticos. Los elementos burgueses reci�n nacidos y poco experimentados son los que infringen la ley en el escenario, mientras que los viejos elementos burgueses, duchos en astucia, los dirigen entre bastidores: he aqu� un fen�meno que se observa frecuentemente en la lucha de clases en la sociedad de hoy. Al tratar los casos de los delincuentes j�venes y adolescentes corruptos, ponemos especial �nfasis en asestar golpes a los incitadores tras bambalinas y �ste es un principio al que debemos seguir ateni�ndonos firmemente. En la lucha actual ha surgido un buen n�mero de j�venes obreros que mantienen una posici�n bien definida contra la corrupci�n burguesa; debemos apoyarlos y resumir sus experiencias acumuladas en la lucha.

La camarilla antipartido de Lin Piao afirm� calumniosamente que los campesinos "carecen de alimento y ropa", que "est� en descenso el nivel de vida" de los cuadros del ej�rcito y que los guardias rojos que desarrollaron el esp�ritu de atreverse a pensar, hablar, desbrozar caminos, actuar y hacer la revoluci�n en la cr�tica a la burgues�a durante la Gran Revoluci�n Cultural, "han sido utilizados"... Todo esto ten�a como prop�sito negar radicalmente el sistema socialista y la l�nea de masas del Partido, negar la dictadura del pro- letariado sobre la burgues�a, extender el derecho burgu�s y restaurar el capitalismo. Su calumnia de que los campesinos "carecen de alimento y ropa", estaba encaminada a instigarlos a "comerlo todo y repartirlo todo" con miras a desintegrar y liquidar la econom�a colectiva socialista. Si se procediera de acuerdo con esta l�nea, un reducido n�mero de personas pasar�an a ser nuevos burgueses y la gran mayor�a sufrir�a la explotaci�n capitalista. Es a esta situaci�n a la que aspiran los terratenientes, los campesinos ricos y una parte de los campesinos medios acomodados que sigue el camino capitalista en las zonas rurales.

Podemos ver ahora qu� clase de baratija era lo que llamaba Lin Piao "construir el verdadero socialismo". Esto signific� extender el derecho burgu�s bajo el membrete de socialismo, de modo que los nuevos elementos burgueses y ciertas fracciones y agrupaciones tendientes a seguir el camino capitalista pudieran, en colusi�n con la clase terrateniente y la burgues�a ya derrocadas, "tenerlo todo bajo su mando y a su disposici�n", derribar la dictadura del proletariado y restaurar el capitalismo. Tipos como Lin Piao eran sus representantes pol�ticos. Este programa planteado por la camarilla antipartido de Lin Piao en su "Esquema de la 'obra 571' " no cay� del cielo ni fue innato en la mente de los autoproclamados "supergenios"; fue un reflejo del ser social. Para decirlo en t�rminos precisos, esa camarilla, partiendo de su reaccionaria posici�n burguesa, reflejaba la demanda de los terratenientes, campesinos ricos, contrarrevolucionarios, elementos nocivos y derechistas no transformados que s�lo representan unos cuantos por ciento de la poblaci�n; reflejaba la demanda de un peque�o n�mero de personas- los nuevos elementos burgueses y los que quieren hacer uso del derecho burgu�s para llegar a serlo-, y se opon�a a la demanda del pueblo revolucionario, que representa m�s del 90 por ciento de la poblaci�n, de seguir con firmeza el camino socialista. Opon�a el apriorismo idealista a la teor�a materialista del reflejo; no obstante, la formaci�n de su ideolog�a contrarrevolucionaria debe ser explicada con la teor�a materialista del reflejo.

�Por qu� ser�a muy f�cil para tipos como Lin Piao impulsar el sistema capitalista si subieran al Poder? Justamente porque en nuestra sociedad socialista subsisten las clases y la lucha de clases y el suelo y las condiciones que engendran el capitalismo. Para reducir paso a paso tal suelo y tales condiciones hasta eliminarlos finalmente, debemos persistir en continuar la revoluci�n bajo la dictadura del proletariado. Esta tarea s�lo podr� ser cumplida por la vanguardia del proletariado, guiada por la l�nea revolucionaria del Presidente Mao, mediante los firmes e inflexibles esfuerzos de varias generaciones. A tal efecto, debemos adherirnos con fir- meza a la l�nea fundamental del Partido, elevar la conciencia pol�tica de la clase obrera, consolidar la alianza obrero-campesina, unirnos con todas las fuerzas susceptibles de ser unidas y unir y dirigir a las amplias masas revolucionarias en la transformaci�n consciente de su concepci�n del mundo en la lucha contra los enemigos de clase y en la pr�ctica de los tres grandes movimientos revolucionarios: lucha de clases, lucha por la producci�n y experimentaci�n cient�fica. A tal efecto, debemos consolidar y desarrollar la propiedad socialista de todo el pueblo y la propiedad colectiva socialista de las masas trabajadoras, prevenir la restauraci�n del derecho burgu�s ya abolido en el sistema de propiedad y continuar cumpliendo, de manera gradual y en un lapso relativamente largo, aquella parte de la tarea que a�n no se ha cumplido en la transformaci�n de la propiedad, y, al mismo tiempo, en los otros dos aspectos de las relaciones de producci�n, es decir, en las relaciones entre los hombres y las relaciones de distribuci�n, restringir el derecho burgu�s, criticar las ideas del derecho burgu�s y debilitar constantemente la base que engendra el capitalismo. A tal efecto debemos perseverar en la revoluci�n en el dominio de la superestructura, profundizar la cr�tica al revisionismo y a la burgues�a y realizar la dictadura omn�moda del proletariado sobre la burgues�a.

En sus conversaciones sostenidas durante una gira de inspecci�n por diversas partes del pa�s en agosto y septiembre de 1971, el Presidente Mao dijo: "Llevamos 50 a�os cantando La Internacional; sin embargo, en 10 ocasiones aparecieron en nuestro Partido quienes intentaron crear la divisi�n. A mi modo de ver, eso va a ocurrir a�n 10, 20, 30 veces m�s. �No lo creen ustedes? Aunque no lo crean, yo lo creo de todas maneras. �Dejar�n de existir las luchas cuando hayamos llegado al comunismo? No lo creo. Aun en el comunismo, habr� igualmente luchas, s�lo que ser�n luchas entre lo nuevo y lo caduco, entre lo correcto y lo err�neo. Incluso de aqu� a decenas de miles de a�os, lo err�neo tampoco valdr� ni podr� sostenerse". Lenin indic�: "S�, al derrocar a los terratenientes y a la burgues�a limpiamos el camino, pero no hemos construido el edificio del socialismo. Y sobre el suelo que hemos limpiado de una generaci�n aparecen constantemente en la historia nuevas generaciones, porque el suelo produjo y produce burgueses en gran n�mero. Y en cuanto a los que miran la victoria sobre los capitalistas a la manera como la miran los peque�os propietarios- 'ellos agarraron su tajada, ahora me toca a m�'-, en verdad cada uno de ellos es la fuente de una nueva generaci�n de burgueses". Lo que Lenin abordaba era lo prolongada que es la lucha de clases en la sociedad; lo que aborda el Presidente Mao es lo prolongada que es. la lucha entre las dos l�neas que toma forma como un reflejo en el Partido de la lucha de clases en la sociedad. Debemos desbaratar constantemente, a trav�s de tal lucha de clases y lucha entre las dos l�neas, las acciones de la burgues�a y sus agentes de practicar el revisionismo, trabajar por la escisi�n y urdir intrigas; s�lo de este modo se podr� crear, paso a paso, las condiciones que imposibiliten la existencia y el resurgimiento de la burgues�a y eliminar finalmente las clases. Esta es justamente la gran causa que ha de cumplirse en toda la �poca hist�rica de la dictadura del proletariado.

Los nuevos elementos burgueses, surgidos como resultado de la acci�n corruptora de la ideolog�a burguesa y la existencia del derecho burgu�s, llevan generalmente las caracter�sticas pol�ticas de los elementos de doble faz y advenedizos. A fin de realizar actividades capitalistas bajo la dictadura del proletariado, siempre ostentan cierto r�tulo de socialismo; como sus actividades restauracionistas no est�n encaminadas a recuperar los medios de producci�n de que se les ha despojado, sino a apoderarse de los que nunca han pose�do, se muestran excepcionalmente �vidos y arden en el deseo de devorar de una vez todas las riquezas que pertenecen a todo el pueblo o a la colectividad, para convertirlas en su propiedad privada. Estas caracter�sticas pol�ticas las ten�a la camarilla antipartido de Lin Piao. "Al lobo de Chungshan semejas; te vuelves feroz cuando te impones". Estas son dos l�neas con que la novela El sue�o del pabell�n rojo describe a Sun Shao-tsu, un hombre b�rbaro y cruel que "no se deten�a ante nada para adaptarse a las circunstancias". Vienen como anillo al dedo si se las dedica a la camarilla antipartido de Lin Piao. Antes de "imponerse", es decir, antes de tomar en sus manos una parte del poder pol�tico y econ�mico, Lin Piao recurri� a la duplicidad contrarrevolucionaria para enga�ar al Partido y a las masas populares y puso al servicio de sus propios fines el poder�o del movimiento de masas; para tal prop�sito, no ten�a escr�pulos en blandir un r�tulo de la revoluci�n o gritar consignas revolucionarias, al mismo tiempo que los tergiversaba. Al analizar el fuero interno de Lin Piao y compa��a en una carta escrita a comienzos de la Gran Revoluci�n Cultural, el Presidente Mao se�al�: "Su verdadera intenci�n, supongo, es servirse de un Chung Kui para combatir a los fantasmas". [Chung Kui era un personaje legendario del cual se dec�a ten�a poder para *huyentar a los fantasmas.] Esta es una clara explicaci�n de tal proceder. "Servirse" era como el caso de usar un ladrillo para llamar a la puerta. Luego de materializar su objetivo, dejaron de necesitarlo y, m�s a�n, pretendieron eliminarlo sin piedad. Actuar como elementos contrarrevolucionarios de doble faz, sostener banderas rojas para combatir a la banuera roja, "decir palabras bonitas delante de uno mientras le pon�an las manos asesinas a la espalda", o, como lo confesaba la propia camarilla antipartido de Lin Piao, "golpear las fuerzas del Presidente Mao esgrimiendo la bandera de �l", no son nada m�s que variadas expresiones de la misma pr�ctica. Cuando esta camarilla supon�a, como lo describ�a ella misma, que "despu�s de varios a�os de preparaci�n, se ha elevado bastante nuestro nivel ideol�gico, organizativo y militar. Disponemos de cierta base ideol�gica y material", se volvi� feroz. En las entidades y departamentos bajo su dominaci�n y control, convirti� la propiedad com�n socialista en su propiedad privada; dej� ver su ambici�n pol�tica cada vez m�s desembozada, la cual se inflaba a medida que "se impon�a" gradualmente, y no conoc�a l�mites, lo mismo que la avidez de la burgues�a se hincha con el aumento de la acumulaci�n de su capital. Al analizar a la burgues�a, Marx apunt�: "Como capitalista, �l no es m�s que el capital personificado. Su alma es el alma del capital". El alma de Lin Piao, como agente de la burgues�a en el seno del Partido, no era sino el alma de la vieja burgues�a que ha sido derribada pero sue�a con su restauraci�n y de la nueva burgues�a que est� engendr�ndose e intenta vanamente lograr la dominaci�n. Partiendo del an�lisis de clases, vemos muy claramente el origen de las actividades pol�ticas retr�gradas y contrarrevolucionarias de Lin Piao y sus semejantes: al pregonar la doctrina de Confucio y Mencio, renegar del Partido, traicionar al pueblo chino y pasarse al socialimperialismo, estaban repitiendo lo que hab�a perpetrado la burgues�a compradora china que rindi� culto a Confucio y traicion� a la patria; al fraguar de modo fan�tico un golpe de Estado contrarrevolucionario estaban recurriendo a los mismos medios que ha utilizado en innumerables ocasiones y utiliza hasta la fecha la burgues�a de muchos paises del mundo.

Nuestra tarea consiste en reducir gradualmente, por una parte, el suelo que engendra la burgues�a y el capitalismo, y por la otra, discernir a tiempo a los nuevos elementos burgueses tipo Lin Piao cuando aparecen o est�n form�ndose. He aqu� la importancia del estudio del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tsetung. Si nos apartamos de la gu�a del marxismo, no podremos cumplir esta doble tarea, y m�s a�n, cuando surja una corriente ideol�gica revisionista, nos dejaremos embaucar e incluso nos meteremos a ciegas en el barco de los piratas por tener las ideas del derecho burgu�s o por no saber distinguirla. Si no fuera as�, �por qu� cuando aparec�a una l�nea revisionista hab�a quienes la segu�an? �Por qu� Lin Piao y su pandilla pudieron enga�ar a la gente mediante el idealismo acompa�ado de un gran alboroto en la II Sesi�n Plenaria del IX Congreso del Partido? �Por qu� las desembozadas palabras de la camarilla antipartido de Lin Piao destinadas a escindir al Partido y derrocar la dictadura del proletariado encontraron mercado entre un reducido n�mero de cuadros? �Por qu� las "flotas", grande y peque�a, pudieron utilizar con descaro convites, regalos, nombramientos y promesas como medios para formar una camarilla, realizar actividades fraccionalistas y tramar complots? �Por qu� en sus siniestras libretas de apuntes esos tipos planteaban el "utilizar la t�cnica para encubrir la pol�tica" como t�ctica de sus actividades contrarrevolucionarias? Existe en esto una profunda lecci�n. Durante la lucha contra la camarilla antipartido de Peng Te-juai en 1959, el Presidente Mao se�al� que "en la actualidad el peligro principal es el empirismo", y que, por lo tanto, debemos leer y estudiar a conciencia. Durante m�s de 10 a�os hasta ahora, el Presidente Mao ha reiterado esta opini�n en muchas ocasiones. Recalc� que los cuadros del Partido altos y medios, en primer lugar los miembros del Comit� Central, "deben, de acuerdo al nivel que les corresponda, leer y estudiar a conciencia y asimilar bien el marxismo". Enfatiz� que "en los a�os venideros es preciso prestar particular atenci�n a la difusi�n de los cl�sicos marxista-leninistas". Despu�s de la ca�da de la camarilla antipartido de Lin Piao, el Presidente Mao expres� una vez m�s: "Aconsejo formalmente a los camaradas que lean algunos libros". Recientemente, al hablar de la dictadura del proletariado, subray� esto de nuevo. �Cu�n afectuosas nos son estas reiteradas ense�anzas sinceras y significativas! Todos los camaradas del Partido, especialmente los cuadros altos, deben ocuparse de esto como un importante asunto relativo a la consolidaci�n de la dictadura del proletariado; antes que nadie deben estudiar bien y comprender claramente ellos mismos las exposiciones y las principales obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin y del Presidente Mao sobre la dictadura del proletariado; esforzarse por esclarecer esta cuesti�n integrando la teor�a con la pr�ctica, por eliminar de su mente y sus acciones las ideas y estilos de trabajo burgueses, que se apartan de las masas, y por identificarse con �stas; ser realmente promotores de las nuevas cosas socialistas, y saber discernir la corrupci�n capitalista y atreverse a combatirla. Es indispensable continuar y llevar adelante la gloriosa tradici�n de lucha dura, formada en nuestro Partido desde hace decenas de a�os. Hay que enterarse del estado de las cosas y estudiar las pol�ticas, incluida la pol�tica econ�mica. Es imperativo adherirse con firmeza al principio de empe�arse en la revoluci�n y promover la producci�n, el trabajo y los preparativos para enfrentar la guerra, principio que ha probado ser eficaz en la pr�ctica. Hay que prestar atenci�n a dis- tinguir entre los dos tipos de contradicciones de distinta naturaleza, asestar golpes certeros y fuertes al min�sculo n�mero de gentes nocivas, y eliminar la influencia capitalista que existe entre las masas, de acuerdo con la f�rmula de "unidad- cr�tica -unidad", aplicando principalmente el m�todo de estudio y de elevaci�n de la conciencia, el m�todo de apoyar las cosas avanzadas resueltamente opuestas al capitalismo, el de recordar los sufrimientos en la vieja sociedad y contrastarlos con la felicidad de hoy, y el de persuasi�n y educaci�n, de critica y autocr�tica, a fin de unir al 95 por ciento de los cuadros y de las masas. Para criticar las tendencias capitalistas, es necesario crear opini�n p�blica, ganarse a la mayor�a, despertar su conciencia y darle una gu�a activa. A las pocas personas que se han hundido profundamente en el pantano capitalista, se les debe dar una severa advertencia: "iCamaradas, corr�janse ahora mismo!"

Hemos se�alado al comienzo del art�culo que la camarilla antipartido de Lin Piao se hallaba muy aislada en todo el pueblo. Al analizar el origen de clase de su surgimiento, hemos indicado el suelo y las condiciones que la engendraron. Luego de abordar este aspecto del problema, debemos se�alar que la camarilla antipartido de Lin Piao era muy endeble en esencia y, al igual que todos los reaccionarios, no era sino un tigre de papel. Todas sus actividades contrarrevolucionarias registraron solamente sus derrotas y aprietos y de ning�n modo su victoria. El sistema socialista reemplazar� inevitablemente al sistema capitalista y el comunismo triunfar� con toda seguridad en el mundo entero: �sta es una ley objetiva, independiente de la voluntad del hombre. La sociedad socialista procede de la entra�a de la vieja sociedad, y "por tanto, presenta todav�a en todos los aspectos, en lo econ�mico, lo moral y lo intelectual, los estigmas de la vieja sociedad de cuya entra�a procede". Esto no tiene nada de extra�o. La historia de los �ltimos 25 a�os nos demuestra que, siempre que persistamos en la dictadura del proletariado, en la teor�a del Presidente Mao sobre la continuaci�n de la revoluci�n bajo la dictadura del proletariado, y en la l�nea, los principios y las pol�ticas que el Presidente Mao nos ha formulado para la revoluci�n socialista, podremos aplastar la resistencia de los enemigos de clase, borrar paso a paso esos estigmas y conquistar incesantemente nuevas victorias. La actual situaci�n excelente. caracterizada por un continuo ascenso y florecimiento de nuestra causa socialista forma un agudo contraste con la situaci�n del imperialismo y el socialimperialismo que est�n desintegr�ndose interiormente y acosados por dificultades internas y externas. La reciente instrucci�n del Presidente Mao sobre la cuesti�n de la teor�a nos permitir� adquirir en lo te�rico y lo pr�ctico una mejor comprensi�n de las tareas hist�ricas de la dictadura del proletariado y los m�todos para cumplirlas y constribuir� en gran medida a la consolidaci�n de la dictadura del proletariado, a la profundizaci�n de la revoluci�n socialista y el desarrollo de la construcci�n socialista y a la estabilidad y la unidad de todo el pa�s. Los comunistas chinos est�n llenos de confianza, tambi�n lo est�n el proletariado y el pueblo revolucionario de China. Bajo la direcci�n del Partido, cohesionados como un solo hombre y con elevada voluntad, est�n llevando a cabo la lucha para combatir y prevenir el revisionismo. La historia de la revoluci�n china es la historia del avance del pueblo revolucionario hacia la victoria a trav�s de luchas sinuosas, tambi�n es la historia de la precipitaci�n de los reaccionarios hacia la ruina despu�s de repetidas pruebas de fuerzas. Como sintetiz� el Presidente Mao, "en China, desde que el emperador fue derribado en 1911, ning�n reaccionario ha sido capaz de mantenerse por mucho tiempo en el Poder. La dominaci�n m�s larga de la reacci�n (Chiang Kai-shek) s�lo dur� 20 a�os, pero �l tambi�n se vino abajo cuando el pueblo se levant� en rebeli�n. Chiang Kai-shek subi� al Poder vali�ndose de la confianza depositada en �l por Sun Yat-sen y de la Academia de Juangpu que ten�a a su cargo y reuniendo en torno suyo a una gran pandilla de reaccionarios. Una vez que �l se volvi� contra el Partido Comunista, pr�cticamente toda la clase terrateniente y toda la burgues�a lo apoyaron. Adem�s, el Partido Comunista carec�a de experiencias en aquel entonces. De este modo, Chiang Kai-shek logr� imponerse temporalmente, con gran regocijo. Durante esos 20 a�os, no obstante, nunca logr� unificar el pa�s. Tuvo lugar en ese tiempo la guerra entre el Kuomintang y el Partido Camunista, las guerras entre el Kuomintang y los diferentes caudillos militares, la guerra entre China y el Jap�n y, finalmente, la guerra civil a gran escala, de 4 a�os, que arroj� a Chiang Kai-shek hacia un grupo de islas. Estoy seguro de que si la derecha lleva a cabo un golpe de Estado anticomunista en China, no conocer� tampoco la paz, y muy probablemente su dominaci�n ser� de corta vida, ya que esto no podr� ser tolerado por ninguno de los revolucionarios, que representan los intereses del pueblo, constituido por m�s del 90 por ciento de la poblaci�n". "Conclusi�n: las perspectivas son brillantes, pero el camino tiene vueltas y revueltas, frases estas ya consabidas". �Avancemos valientemente siguiendo el rumbo y el camino se�alados por el Presidente Mao!