Guillermo Lora

 

Respuesta a un "moralista"

 


Redactado: Bolivia, 29 de junio de 1963.
Publicado por vez primera: Apareci� en el folleto de Guillermo Lora, Respuesta a la burocracia, Bolivia, 1963.
Fuente de la versi�n digital: Partido Obrero Revolucionario, Secci�n Boliviana del CERCI, http://www.masas.nu.
Esta edici�n: Marxists Internet Archive, febrero de 2011.  


 

 

1.- T�rres dice: "Lora ha confirmado que sostuvo una larga pl�tica con el ministro de Gobierno". La frase encierra una gruesa calumnia.

"Toda conversaci�n embellecida se llama pl�tica" (Barcia). Si eso quiere decir el autor de la "solicitada" me limito a rechazar cort�s, pero en�rgicamente, la imputaci�n. No he dicho en momento alguno haber conversado, sino que he sido conducido ante la autoridad e interrogado por ella. Todo interrogatorio para el pol�tico y tambi�n para el delincuente, es una lucha entre la v�ctima y el verdugo. Me parece una torpeza el querer culpar al perseguido de su apresamiento.

Me parece que T�rres quiere insinuar que compr� mi libertad con el folleto "La burocracia sindical y la masacre de Siglo XX".

Podr�a haber lugar a la suposici�n si dicho escrito significase una revisi�n de mis posiciones, un cambio de l�nea pol�tica o una capitulaci�n ante el gobierno.

Nada de eso se me puede atribuir. El folleto contin�a inmerso en mi orientaci�n ideol�gica tradicional y que vengo sosteniendo desde hace varios lustros. Mis ideas y mi estilo est�n �ntegros en el mencionado documento.

2.- Torres se atreve a declararme inmoral porque, dizque, aprovecho la crisis del Movimiento Nacionalista Revolucionario para lucrar (se refiere a la r�pida venta de mi folleto). Entend�monos. Para el marxista revolucionario, moral es aquello que permite aproximar a las masas aproximarse a la conquista del poder e inmoral lo que las aleja de esa finalidad estrat�gica. Hay una inter-relaci�n dial�ctica entre el fin y los medios.

Soy militante pol�tico y tengo vivo inter�s en que mis ideas se difundan en la mayor medida posible. Cuando mis escritos se venden en gran cantidad creo estar contribuyendo a mi causa. Es por esto que estoy interesado en buscar las oportunidades propicias para lanzar mis publicaciones.

Lo inmoral ser�a que por vender deforme o ampute mis ideas. Inmoral es lo que hace Torres: firma trabajos ajenos y los hace vender en las pulper�as de la COMIBOL.

Estoy agradecido a los autores de las "solicitadas" por haber contribuido al �xito de mi folleto. La ganancia obtenida ser� destinada en su integridad a costear la publicaci�n de otros documentos.

3.- Sobre la militancia porista de Juan Lechin, debo dejar sentado lo siguiente:

Los estatutos del Partido Obrero Revolucionario dicen que es militante el que est� conforme con su programa y trabaja en una de sus organizaciones. No se llevan registros de la militancia por razones de seguridad y no se podr�a exhibir ni siquiera la ficha de afiliaci�n de su secretario general.

Pero, existe un antecedente, conocido por todo elemento antiguo de la Federaci�n Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, que viene a confirma lo que sostengo en el mencionado folleto. Hasta mediadas de 1947, Lechin se limitaba a firmar y a leer lo que yo escrib�a; escritos que trasuntaban la l�nea y los acuerdos del Partido Obrero Revolucionario.

Hecho inconcebible si el dirigente minero no hubiese sido militante porista. M�s tarde, me correspondi� luchar porque se materializase la ruptura pol�tica con Lechin, esto por razones program�ticas y de moral revolucionaria.

En mi folleto que nos ocupa hablo de "cooperaci�n pol�tica". M�s exacto ser�a decir que me toc� la tarea de dirigir pol�ticamente a Juan Lechin por alg�n tiempo.

Se dice que estuve ausente de una huelga general (para insinuar que me distingue la cobard�a f�sica).

El 8 de agosto de 1947 T�rres llev� al tel�grafo una circular, en la que se instru�a a los sindicatos mineros que deb�an declararse en pie de huelga.

En esa fecha estaba en Siglo XX y tan cierto es esto que el d�a 18 convers� con el se�or Mario Carrasco (director de "El Diario") -viaj� a ese distrito para constatar las condiciones de vida y de trabajo de los obreros mineros- y lo acompa�� por las secciones de la mina.

Unas veces mis enemigos me pintan como un pobret�n y hoy se me presenta como a un rico hacendado, latifundista. Mis afanes por ubicar mi hacienda imaginaria en el mapa de Chuquiuta han resultado in�tiles, porque en esa zona agraria solamente hay comunidades.

El mequetrefe T�rres debe saber que hasta en la desolada Chuquiuta el mes de agosto no corresponde al verano. Los "l�deres" sindicales deben tener presente que en junio de 1947 se realiz� el congreso de Colquiri y toda la actuaci�n sindical posterior sigui� sus determinaciones. El documento b�sico de ese congreso fue redactado por G. Lora... Posteriormente vino la famosa interpelaci�n parlamentaria al gabinete ministerial y en toda esta etapa T�rres cumpl�a la tarea de llevar telegramas a la oficina respectiva.

A T�rres le pido una gracia: que ma�ana me convierta en due�o de minas o por lo menos en usufructuario de algunas de las granjer�as que la COMIBOL concede a los grandes de la burocracia sindical. Esto es preferible a que un traficante nos hable de moral.

29 de junio de 1963.