Nadezhda Krupskaya

A LA MADRE DE LENIN, M. A. ULIÁNOVA

 


Escrito: Escrita el 8 de noviembre de 1900. Se publica de acuerdo con el manuscrito. Enviada de Ufa a Moscú.
Publicado por primera vez: Publicada por primera vez en 1931 en la recopilación: V. I. Lenin, Cartas a los familiares.
Fuente de esta edicion: Editorial Akal, Obras Completas, Tomo 41
Html: Marxists Internet Archive.


 

8 de noviembre.

Querida María Alexándrovna: Hace ya varios días que recibí su carta, y ayer- me llegó la carta de Maniasha con los recortes; muchas gracias, ya los he leído.

Hace poco le escribí a usted; como de costumbre, nuestras cartas se cruzaron. Ahora estoy bien, pero mamita está constantemente enferma, tiene palpitaciones o se resfría. Ahora tenemos una casa muy buena; hasta hay un piano. Una de nuestras conocidas canta bien, y ahora por las noches a menudo nos dedicamos a la música, un tanto rara, por cierto, porque el instrumento cruje, chilla y golpea, pero de todos modos es música. A mamá la fatigan las visitas, y yo misma quisiera que vinieran con menos frecuencia; aunque a las nueve de la noche una llega a casa tan cansada, que, de todos modos, no es mucho lo que puede hacer.

En estos días recibí dos cartas de Volodia. Una tardó dos semanas y media, la otra dos. Las cartas demoran terriblemente en llegar. Volodia me aconseja que empiece a estudiar inglés, pero es poco probable que siga su consejo. Ahora me puse de acuerdo con el alemán, para que me dé clase tres veces por semana y las cosas irán mejor. Según parece me contagié la idee fixe de Volodia: dominar idiomas a toda costa. Ahora, además de los alumnos y del estudio de idiomas, tengo otro trabajo; en la primavera les contaré detalladamente de qué se trata. Hasta marzo faltan sólo cuatro meses, y entonces iré a verla a usted, y luego a Volodia. Ahora no me permito pensar en ese tema, porque de lo contrario el tiempo se me hará muy largo.

No se cómo hacer para estar en Moscú para la primavera, tal vez no sea conveniente pedir la autorización antes, pero en realidad no hay por qué adelantarse. Hasta la primavera falta mucho; estamos en invierno, un invierno intenso y riguroso. Espero que para usted el tiempo pase rápidamente hasta Navidad y después. . . [1]

* * *

[1] La parte final de la carta no se ha conservado. (Ed.)