Escrito: Enviada de
Shúshenskoie a Podolsk. Se publica de acuerdo con el manuscrito.
Publicado por primera vez: Publicada por primera
vez en 1929 en la revista Proletárskaia Revoliutsia,
núm. 5.
Fuente de esta edicion: Editorial Akal, Obras
Completas, Tomo 41
Html: Marxists Internet Archive.
11 de setiembre de 1898.
Hoy me propongo escribir una carta muy larga: Volodia se fue a Krasnoiarsk, y sin él la casa parece vacía, el "régimen" ha cambiado, no tengo nada que hacer esta noche y resulta apropiada para garabatear una carta. Puedo charlar de esto y aquello todo lo que quiera, pero será simplemente "esto y aquello".
Hoy recibí, querida Manía, tu larguísima carta, y Volodia una postal de Tula, creo que de D. I. Se la he puesto sobre la mesa. Sí, pienso que a D. I. debe resultarle aburrido estar en Tula, y en general una situación indefinida como la suya actualmente no resulta muy agradable y además en una ciudad extraña es triste, pero así y todo, ya ha pasado lo peor, ese interminable "encierro en Azov" [1]. Es posible que ahora D. I. esté ya en Podolsk. . . De todas maneras, el problema seguramente ya se habrá aclarado.
Tenemos un otoño magnífico, las mañanitas son frías y por las noches hiela. Por eso Volodia se llevó ropa de abrigo: una gorra abrigada, una pelliza, mitones y medias de abrigo.
Hace mucho había pedido permiso, porque tenía muy mal la dentadura, y por fin llegó la autorización para que se trasladase por una semana a Krasnoiarsk. Al principio pensó no ir, pero después cedió a la tentación. Estoy muy contenta de que haya hecho el viaje, porque se renovará un poco y verá gente, porque en Shush ya estaba vegetando. Él también estaba muy contento con el viaje. El día anterior a su partida ni siquiera abrimos los libros, yo me dediqué a repasar cuidadosamente su ropa de invierno y él, sentado junto a la ventana, charlaba animadamente y me hacía toda clase de recomendaciones: que cerrase bien las ventanas, que tuviese la puerta cerrada con llave; incluso pidió un cepillo al patrón y se puso a cepillar la puerta para que cerrara mejor. En general, se preocupa mucho de la seguridad de nuestra casa: pidió a Oskar que viniera a pasar la. noche con nosotras, y me enseñó a manejar el revólver. Esa noche durmió mal, y a la mañana siguiente lo desperté cuando ya había llegado el cochero; estaba tan contento que comenzó a cantar una marcha triunfal. No sé si quedará satisfecho del viaje. Por supuesto, no pudo dejar de llevarse consigo un montón de libros: se llevó cinco tomos muy voluminosos, y además se propone tomar notas en la biblioteca de Krasnoiarsk. Espero que los libros queden sin leer. Volodia se comprometió a comprarse en Krasnoiarsk dos gorras, tela para camisa, una zamarra para uso de la familia, patines, etc. Le encargué que comprara tela para una blusita para la hija de Prominski, pero como Volodia le preguntó a mamá "cuántos funts" tenía que comprar para la blusita, lo liberamos de esa pesada obligación. Recibí unas pocas líneas de Volodia, enviadas desde Minusinsk; aunque echa pestes porquetiene que esperar el vapor, deduzco que el viaje tuvo un buen comienzo.
Durante su ausencia me propongo: 1) repasar a fondo todos sus trajes, 2) aprender a pronunciar el inglés, para lo cual tengo que aprender de memoria 12 páginas de distintas excepciones en el libro de Nurok, 3) terminar de leer el libro en inglés que había empezado. Y además leer otras cosas. Volodia y yo habíamos empezado a leer The Agitator (en The Agitator hay una dedicatoria de Ania que dice "Para Nádienka" y hace tiempo que he intentado agradecérselo, pero hasta ahora no he hecho más que el intento) y nos torturamos con la pronunciación inglesa. Por eso le prometí estudiar el Nurok.
En estos días me dedico a las tareas domésticas; mamá tiene un catarro terrible y está muy resfriada, así que tengo que reemplazarla. Ya se acostumbró a Shush, y en sus cartas no hace más que describir el maravilloso otoño de aquí. Antes de que Volodia partiera íbamos todos a cazar urogallos; ahora es la temporada de caza de urogallos y perdices. Son aves nobles, para cazarlas no hay que meterse en los pantanos como para cazar patos. Sólo que todas las veces que fuimos a cazar no vimos un solo urogallo o perdiz, pero paseamos mucho. Una vez, sin embargo, divisamos veinte perdices: íbamos en carro con toda la colonia de Shúshenskoie, cuando de repente a ambos lados del camino apareció una bandada de perdices. La que se armó entre nuestros cazadores; Volodia se quedó alelado; con todo, alcanzó a apuntar, pero la perdiz.. . no remontó vuelo, sino que simplemente se fue. Esa cacería fue lamentable: no logramos traer un ave, y para colmo Oskar erró el tiro e hirió a Jenny en un ojo; creíamos que la perra se quedaría ciega, pero se recuperó. Jenny extraña mucho a Volodia, no se aparta un paso de mí y ladra por cualquier cosa.
Ya ves qué tonterías te escribo, pero no hay ningún acontecimiento fuera de la familia. Por eso es que Volodia escribe siempre sobre lo mismo, la monotonía de la vida rutinaria hace que uno pierda la noción del tiempo. En cierta ocasión Volodia y yo llegamos al extremo de no poder recordar si la visita de V. V. había sido hacía dos días o diez. Tuvimos que hacer toda una serie de cálculos para resolver el problema, y sólo lo resolvimos después de mucho discutir. Volodia se proponía escribirles desde Minusinsk, por lo que supongo que en mi carta habrá algunas repeticiones, aunque podría ser que no fuese así, porque en mis cartas toco temas puramente femeninos. Hace poco recibí una carta de la esposa de Escritor. Escribe que ella está corrigiendo las pruebas del libro de Volodia[2], ya tenía entonces el séptimo pliego. Temía que el libro no llegara a los diez pliegos-ha salido una nueva ley sobre la cantidad de letras que puede contener cada pliego-, en cuyo caso se hubiera podido incluir Kárishev[3], sería bueno, sólo que entonces el libro se demoraría. Lo esperamos de un día para otro. Volodia quiere terminar los "mercados" para Año Nuevo, aunque no está muy seguro. Bueno, esto es todo. Recibimos la carta de María Alexándrovna del 10/VIII, y no sé por qué me causó particular alegría. La beso fuertemente.
Cuando recibas esta carta seguramente te estarás preparando para el viaje. Te deseo éxito. En una época tuve muchos deseos de ir a Bélgica y tal vez vuelva a sentir deseos de viajar al extranjero, para ver mundo, cuando eso sea posible; por ahora no podemos ni pensar en eso. Supongo que tú esperarás a Ania. ¿Cuándo pensaba volver? [Mescheriákova] [4] es una excelente persona, un poco salvaje, pero sorprendentemente recta y buena. ●
Bueno, ya es hora de que acabe. Te beso otra vez fuertemente y a María Alexándrovna por mí y por mamá.
Tuya, N.
[1] Los cosacos del Don y de Zaporózhets estuvieron sitiados en la fortaleza de Azov en 1641: "se encerraron" en la fortaleza durante más de un año, antes de dejársela a los turcos. (Ed.)
[2] N. A. Struve corregía las pruebas de la recopilación Estudios y artículos económicos. (Ed.)
[3] Se refiere al artículo de Lenin A propósito de nuestra estadística fabril (Nuevas hazañas estadísticas del profesor Kárishev), (Véase V. I. Lenin, ob. cit., t. IV.) (Ed.)
[4] El apellido está recortado en el manuscrito por razones conspirativas. (Ed.)