Indice del Archivo

 

Marta Harnecker

 

 

"Ideas para la lucha" 1:

�Insurrecciones o revoluciones?

El papel del instrumento pol�tico

 

 


Fuente del texto: Rebelión (https://rebelion.org), quien lo publicó con el permiso de la autora bajo una licencia de Creative Commons CC BY-NC-ND 2.5 ES, 10 de noviembre de 2003.
Esta edici�n: Marxists Internet Archive, agosto 2022.  Se publica aqui por cortesía de Michael Lebowitz y Camila Piñeiro Harnecker.


 

 

 

1. Los recientes levantamientos populares que han sacudido a Argentina y a Bolivia -y, en general, la historia de los m�ltiples estallidos sociales que se han producido en Am�rica latina y el mundo-, han demostrado fehacientemente que no basta la iniciativa creadora de las masas para lograr la victoria sobre el r�gimen imperante.

2. Masas urbanas y campesinas empobrecidas se han sublevado y sin una conducci�n definida se han tomado carreteras, pueblos, barrios, han asaltado centros de abastecimiento, han logrado tomar parlamentos, pero, a pesar de haber logrado la movilizaci�n de cientos de miles de personas, ni su masividad ni su combatividad permitieron pasar de la insurrecci�n popular a la revoluci�n. Han logrado derribar presidentes, pero no han sido capaces de conquistar el poder para iniciar un proceso de transformaciones sociales profundas.

3. La historia de las revoluciones triunfantes, por el contrario, ratifica en forma porfiada lo que se puede lograr cuando existe un instrumento pol�tico capaz, en primer lugar, de levantar un programa alternativo de car�cter nacional que permita canalizar la lucha de los diversos actores sociales hacia un objetivo com�n; que ayude a articularlos entre s� y que sea capaz de promover la elaboraci�n de los pasos a seguir de acuerdo a un an�lisis de la correlaci�n de fuerzas existente. S�lo as� se podr�n lanzar las acciones en el momento y el lugar m�s oportuno, buscando siempre el eslab�n m�s d�bil de la cadena enemiga.

4. Esa instancia pol�tica es como el pist�n que comprime al vapor de una locomotora en el momento decisivo y permite que �ste no sea desperdiciado y se convierta en fuerza impulsora.

5. Para que la acci�n pol�tica sea eficaz, para que las actividades de protesta, de resistencia y de lucha logren cambiar realmente las cosas, para que las insurrecciones desemboquen en revoluciones, se requiere una instancia pol�tica que ayude a superar la dispersi�n y atomizaci�n del pueblo explotado y oprimido creando espacios de encuentro para aquellos que tienen diferencias pero luchan contra un enemigo com�n; que sea capaz de potenciar las luchas existentes y promover otras orientando las acciones en base a un an�lisis de la totalidad de la din�mica pol�tica; que sirva de instrumento articulador de las m�ltiples expresiones de resistencia y de lucha.

6. Reconocemos que el terreno no es f�rtil para escuchar estas ideas. Hay muchos que no aceptan siquiera discutirlas. Y adoptan esta actitud porque las asocian a las pr�cticas pol�ticas antidemocr�ticas, autoritarias, burocr�ticas, manipuladoras que han caracterizado a muchos partidos de izquierda.

7. Yo creo que es fundamental superar este bloqueo subjetivo y entender que cuando hablo de un instrumento pol�tico, no se trata de cualquier instrumento pol�tico, se trata de un instrumento pol�tico adecuado a los nuevos tiempos; un instrumento que tenemos que construir entre todos.

8. Pero para crear o remodelar el nuevo instrumento pol�tico hay que cambiar primero la cultura pol�tica de la izquierda y su visi�n de la pol�tica. Esta no puede reducirse a las disputas pol�ticas institucionales por el control del parlamento, de los gobiernos locales; por ganar un proyecto de ley o unas elecciones. En esta forma de concebir la pol�tica, los sectores populares y sus luchas son los grandes ignorados. La pol�tica tampoco puede limitarse al arte de lo posible.

9. Para la izquierda la pol�tica debe ser el arte de hacer posible lo imposible. Y no se trata de una declaraci�n voluntarista. Se trata de entender la pol�tica como el arte de construir fuerza social y pol�tica capaz de cambiar la correlaci�n de fuerzas a favor del movimiento popular de tal modo de poder hacer posible en el futuro lo que hoy aparece como imposible.

10. Hay que pensar la pol�tica como el arte de construir fuerzas. Hay que superar el antiguo y arraigado error de pretender construir fuerza pol�tica sin construir fuerza social.

12. Por desgracia, entre nuestros militantes hay todav�a mucha verborrea revolucionaria; mucho radicalismo en los pronunciamientos. Estoy convencida de que la �nica forma de poder radicalizar las cosas es mediante la construcci�n de fuerzas. A los que se llenan la boca de exigencias de radicalizaci�n hay que preguntarles: �qu� est�n haciendo ustedes por construir la fuerza social y pol�tica que permita hacer avanzar el proceso?

13. Pero esta construcci�n de fuerzas no se produce espont�neamente, espont�neamente s�lo se producen los estallidos sociales. Requiere de un sujeto constructor.

14. Y yo imagino este instrumento pol�tico como una organizaci�n capaz de levantar un proyecto nacional que permita aglutinar y sirva de br�jula a todos los sectores que se oponen al neoliberalismo. Como una instancia volcada hacia la sociedad, que respete la autonom�a de los movimientos sociales y renuncie a manipularlos, y cuyos militantes y dirigentes sean verdaderos pedagogos populares, capaces de potenciar toda la sabidur�a que existe en el pueblo -tanto la que proviene de sus tradiciones culturales y de lucha, como la que adquiere en su diario bregar por la subsistencia- a trav�s de la fusi�n de estos conocimientos con los m�s globales que la organizaci�n pol�tica pueda aportar. Como una instancia orientadora y articuladora al servicio de los movimientos sociales.

 

 

_________________________

Bibliograf�a de Marta Harnecker sobre el tema

La izquierda despu�s de Seattle, Siglo XXI Espa�a, 2002.

– La izquierda en el umbral del Siglo XXI. Haciendo posible lo imposible, Publicado en: M�xico, Siglo XXI Editores, 1999; Espa�a, Siglo XXI Editores, 1� ed., 1999, 2� ed., 2000 y 3� ed., 2000; Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 2000; Portugal, Campo das Letras Editores, 2000; Brasil, Paz e Terra, 2000; Italia, Sperling and K�pfer Editori, 2001; Canad� (franc�s), Lant�t �diteur, 2001; El Salvador, Instituto de Ciencias Pol�ticas y Administrativas Farabundo Mart�, 2001.

Hacia el Siglo XXI, La izquierda se renueva, Quito, Ecuador, CEESAL, 1991

Vanguardia y crisis actual o Izquierda y crisis actual, Siglo XXI Espa�a, 1990. Publicado en: Argentina, Ediciones de Gente Sur, 1990; Uruguay, TAE Editorial, 1990; Chile, Brecha, 1990; Nicaragua, Barricada, 1990. Con el t�tulo Izquierda y crisis actual: M�xico, Siglo XXI Editores, 1990; Per�, Ediciones Amauta, 1990; Venezuela, Abre Brecha, 1990; Dinamarca, Solidaritet, 1992.