Indice del libro

 

Jos� D�az Ramos

Tres a�os de lucha

 


Edici�n impresa: Jos� D�az, Tres a�os de lucha, Editions de la Librairie du Globe, Par�s 1970.
Versi�n digital: Koba, para http://bolchetvo.blogspot.com.
Transcripci�n/HTML para el MIA: Juan R. Fajardo, nov. 2009.
Formato alternativo: PDF por cortes�a de http://bolchetvo.blogspot.com.


 

Sin el movimiento revolucionario de octubre no habr�a en febrero el Frente Popular

Discurso pronunciado en Oviedo el 5 de julio de 1936

 

�Camaradas, pueblo de Asturias!

Para un dirigente de un partido obrero no puede haber mayor satisfacci�n que hablar, que dirigir la palabra por primera vez en el coraz�n del levantamiento armado de octubre; hablarle al pueblo que ha dado un ejemplo que ha salido de las fronteras de Espa�a para tener su repercusi�n en todo el mundo capitalista. Es el movimiento de octubre, es el hero�smo de los mineros, del pueblo de Asturias, de las mujeres asturianas, lo que ha marcado el camino seguro, no s�lo para el proletariado de Espa�a, sino para todo el proletariado internacional.

Nuestro glorioso Octubre

No hemos llegado a pensar que la situaci�n de miseria que atraviesa el proletariado pueda tener otra soluci�n que la de coger las armas. No siempre puede estar madura la situaci�n ni darse las condiciones para ello. Pero, entended lo bien: si esto es as�, todos aqu�llos que consideren que la emancipaci�n del proletariado se puede hacer por v�a de evoluci�n, enga�an al proletariado. Al enemigo se le vence con las armas, cuando llega el momento oportuno. (Aplausos.)

Hubo quienes, despu�s de la derrota moment�nea del movimiento de octubre, consideraban, aterrados, que todo se hab�a perdido en Espa�a para el proletariado. Al d�a siguiente de esta derrota moment�nea, dec�a en un manifiesto el Partido Comunista: �No hay que ser pesimistas; el proletariado, en Espa�a, est� vivo a�n; es un proletariado heroico�, y no ten�amos ning�n pesimismo, a pesar de la sangre derramada, fresca a�n, porque sab�amos que ella ser�a la que llevar�a de nuevo al proletariado, superando las debilidades del movimiento de octubre, a la unificaci�n de sus fuerzas; la que desarrollar�a con mucha m�s raigambre las organizaciones convenientes para la agrupaci�n de todas las fuerzas de car�cter proletario y democr�tico, que, bajo la direcci�n de la clase obrera, asestar�an un golpe contra la reacci�n. Y el 16 de febrero fue la consecuencia del movimiento de octubre. (Aplausos.)

El proletariado no estaba suficientemente organizado, en Espa�a, al surgir el movimiento de octubre: no ten�a un solo partido, y, por lo tanto, no ten�a una sola direcci�n.

�Qu� es preciso para que en un movimiento revolucionario como la insurrecci�n de octubre pueda haber una sola direcci�n? Se necesita, en Espa�a, y hacia ello caminamos, una inteligencia, una compenetraci�n entre las fuerzas socialistas que de verdad quieran la revoluci�n, y el Partido Comunista. Compenetrados con esta necesidad, y cuando no haya diferencias, crearemos un solo partido, para que, cuando llegue un nuevo octubre, nos gu�e una sola cabeza dirigente. Pues, como dijo Marx, la insurrecci�n es un arte, y debe ser estudiada concienzudamente, para saber aplicar sus reglas, y quien no entienda esto no podr� dirigir al proletariado hacia su triunfo definitivo.

La reacci�n, a�n es fuerte

Al proletariado de Espa�a, y sobre todo al proletariado de Asturias, no dudo que no hay que hablarle en plan de agitaci�n, ni tratar de levantar su esp�ritu, porque �ste est� m�s que levantado. Tengo la seguridad de que este proletariado responder� siempre al llamamiento de su partido, y por eso lo que necesitamos es estudiar seriamente las condiciones de organizaci�n que son premisas para lograr este triunfo. Necesitamos que todo el proletariado se grabe bien en la cabeza, como algo que no se olvide jam�s, estas condiciones de organizaci�n, para que las aplique, porque el enemigo es fuerte a�n despu�s de la certera derrota del 16 de febrero; es fuerte a�n, porque tiene en sus manos minas y campos, tiene en sus manos la magistratura, los altos mandos en los cuarteles y en las direcciones de los diferentes departamentos ministeriales y el apoyo del capitalismo financiero internacional; pero ante un enemigo tan fuerte, el Gobierno que tiene el apoyo de las masas populares, no ha hecho lo suficiente para golpear a la reacci�n como se la debe golpear.

Quiero hablar algo sobre el Frente Popular, porque en este momento corre ya por Espa�a la idea de que ha llegado el momento de romper el Frente Popular y de que las fuerzas proletarias marchen solas, con seguridad, hacia el triunfo. Es cierto que el Gobierno republicano de izquierda (que no es a�n un gobierno del Frente Popular) no cumple con h rapidez necesaria el pacto. El Gobierno considera que, haciendo algunas concesiones a la reacci�n, puede dominada, y tenemos que decide al Gobierno que a la reacci�n no se la puede vencer haci�ndole concesiones; a la reacci�n se la vence metiendo r�pidamente en la c�rcel a todos los que atentan contra las masas populares, y a los que tratan de llevarse los capitales de Espa�a hay que dejarlos en condiciones de que si quieren comer al d�a siguiente, tengan que trabajar. (Aplausos.)

�Hay que proceder con m�s energ�a!

El Gobierno, al que estamos apoyando lealmente en la medida en que cumple el Pacto del Bloque Popular, comienza a perder la confianza de los trabajadores. Y yo digo al Gobierno republicano de izquierda que �ste es el camino err�neo del 14 de abril de 1931, y que si sigue por este camino, nosotros obraremos, no rompiendo el Bloque Popular, sino fortaleci�ndolo y empujando hacia la soluci�n de un gobierno de tipo popular revolucionario, que imponga las cosas que este Gobierno no ha comprendido o no ha querido comprender. (Grandes aplausos.)

Camaradas: Con la esperanza de esclarecer cuanto concierne a los Bloques Populares y de la necesidad de desarrollarlos, tenemos que hablar tambi�n de las Alianzas. El camarada Vega hablaba, y yo quiero recoger algunas de sus manifestaciones, del partido y de nuestros peri�dicos respecto a los Bloque Populares.

Poner los hechos a la altura de las palabras

En Oviedo hay un peri�dico que fue suspendido por los b�rbaros enemigos del pueblo asturiano y de toda Espa�a: �Avance�. Este peri�dico sale de nuevo y plantea la necesidad de reforzar las Alianzas. Otros peri�dicos socialistas se manifiestan en el mismo sentido. Pero si estamos de acuerdo en este problema, �por qu� no se constituyen las Alianzas? Hay que poner los hechos a la altura de las palabras. Si las Alianzas son una necesidad hist�rica del movimiento obrero, porque sabemos ya lo que representaron en el movimiento de octubre, s�lo con que se pueda firmar una hoja por los partidos que se dicen defensores de las Alianzas diciendo: �En todas las localidades de Espa�a los Partidos Comunista, Socialista, sindicatos, etc., constituir�n los Bloques Populares y las Alianzas Obreras...�; de esta forma, en un mes estaba Espa�a regada de Bloques y de Alianzas, cosa que significar�a un gran salto en el camino de nuestra emancipaci�n. (Aplausos.)

Sacar el dinero de donde lo hay.

No podemos olvidar algunos problemas fundamentales de la revoluci�n. Por ejemplo, el camarada Vega hablaba de los campesinos. En el pacto del Bloque Popular se dice que el Gobierno deber� expropiar a los grandes terratenientes, arranc�ndoles las bases materiales en que se apoyaron para su campa�a contra la Rep�blica. Siempre se nos contesta con lo mismo: �No hay dinero, no han dejado nada en las arcas del Tesoro.� Si el Gobierno, quisiera tener dinero, lo tendr�a en veinticuatro horas, y sacar�a de la miseria a los campesinos, poniendo las tierras y cr�ditos necesarios a su disposici�n.

Tomemos el caso de la Iglesia, que dicen que son unos pobrecitos. Nosotros no atacamos el sentimiento religioso. Pero tenemos que estar en contra de esos grandes negociantes de la religi�n, y el Gobierno debe expropiar esas riquezas, porque han sido robadas al pueblo, y a nadie m�s que a �l le pertenecen.

�Record�is en Asturias los tiempos en que estaban suspendidos los peri�dicos �Mundo Obrero�, �El Socialista� y �CNT� y, en general, todos los peri�dicos obreros y republicanos? Pues bien; podemos contemplar con verg�enza c�mo hoy se publican, �ABC�, �El Debate� y toda la prensa reaccionaria. �Qu� espera el Gobierno para dictar un decreto que diga: �Queda suspendida la prensa reaccionaria de Espa�a�? No queremos venganza, sino justicia; que se haga, con esos peri�dicos lo que ellos hicieron con los peri�dicos republicanos y obreros durante el segundo bienio. (Aplausos.)

Exigimos responsabilidades

Hay una cuesti�n que al Gobierno se le presenta dura y que es una cuesti�n de honor revolucionario, si se quiere consolidar el triunfo del 16 de febrero. La camarada �Pasionaria�, nuestra �Pasionaria�, tratar� de este asunto como ella sabe hacerlo, penetrando en el coraz�n de los mineros. Me refiero al problema de las responsabilidades de Asturias.

Es cierto que nuestra camarada, en nombre de la minor�a comunista, ha presentado un proyecto de ley de responsabilidades e indemnizaciones. El Gobierno debe tener en cuenta que, si no hubiese sido por Asturias, hoy no estar�a en el Poder. A ver si de una vez dejamos de ver pasear con tanta tranquilidad por las calles a Lerroux, Gil Robles, Doval y a todos los criminales que deben ser entregados al pueblo para que �ste haga la justicia necesaria. (Aplausos.)

Voy a terminar. Pero quiero comunicaros, pueblo rojo de Asturias, algunas de las �ltimas noticias que hemos recibido en estos momentos como comprobaci�n de cuanto decimos de los peligros de la reacci�n en Espa�a y de la necesidad de tomar medidas urgentes contra esos enemigos del pueblo. Todos sab�is que el camarada Vicente Uribe ten�a que venir aqu�, a dirigiros un saludo; pues bien hemos recibido un telegrama suyo que dice: �Suspendo viaje ante peligro inmediato golpe de fuerza de la reacci�n contra la Rep�blica.� (Grandes mueras a la reacci�n y gritos de protesta.)

Es necesario que r�pidamente se pida el desarme de todas las organizaciones reaccionarias y se las declare ilegales, metiendo en la c�rcel a todos los perturbadores y asesinos inscritos en ellas. Cuando se ha metido en la c�rcel a los trabajadores no se les ha metido por cinco d�as, sino por treinta a�os. Y ah� est� el ejemplo del sargento V�zquez y de Arg�elles. Pero no pedimos venganza, sino justicia. Deseamos que por un tiempo ilimitado se les quite de la calle, se liquide ese cuerpo de magistrados reaccionarios para defender la Rep�blica. Pero que no crean los pesimistas que la Rep�blica est� perdida y caer� en manos de la reacci�n.

Asturianos: �En pie y alerta contra todo intento de golpe de Estado! Contra la reacci�n y sus �rganos, el proletariado sabr� dar una lecci�n categ�rica y firme. El proletariado sabr� derrotar todo intento de fascismo en Espa�a, contrariamente a lo que ha ocurrido en otros pa�ses.

(Clamorosa ovaci�n y vivas al Partido Comunista y al Frente Popular.)