Pronunciado: El 10 de mayo de 1971.
Versi�n digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edici�n: Marxists Internet Archive, 2 de
febrero de 2016.
Saludo en forma muy cordial, afectuosa, a los compa�eros periodistas de las distintas provincias de Chile; saludo a los organizadores de esta primera asamblea que tiene una extraordinaria importancia y destaco que la significaci�n de ella hace que con raz�n est�n presentes aqu� los compa�eros y amigos que representan a los partidos y movimientos populares que forman la base pol�tica del gobierno; al ministro compa�ero Carlos Cort�s, y a los parlamentarios populares que vienen tambi�n a se�alar la significaci�n que ellos comprenden tiene esta extraordinaria asamblea de ustedes. Por cierto que pod�an estar ausentes los trabajadores y representantes de la CUT y sobre todo es justo se�alar la presencia de representantes de los asentamientos.
Saben los campesinos que ahora ellos no pueden estar ausentes de ninguna asamblea donde el pueblo, y en este caso el pueblo periodista, se re�na para discutir los problemas de la Patria y el futuro nuestro. Quiero en primer lugar tambi�n agradecer el esfuerzo y el esp�ritu de sacrificio que pusieron muchos de ustedes, la inmensa mayor�a de ustedes, en las distintas batallas que hemos dado, fundamentalmente en las luchas del pueblo de Chile que significara la victoria del 4 de septiembre. Quiero decir que es tanto m�s meritorio ese esfuerzo, ya que era muy dif�cil que ustedes pudieran actuar frente a la prepotencia, a la intransigencia de los due�os de los medios de informaci�n.
Pienso que esta asamblea tiene extraordinaria importancia, que a mi juicio ella es el comienzo de lo que vemos llamado la Operaci�n Verdad y adem�s quiero que ustedes sepan que a mi juicio esta Operaci�n Verdad que traer� a Chile periodistas, escritores, artistas, intelectuales de distintas latitudes, debe contar con el patrocinio, fundamentalmente de ustedes; no queremos que se pretenda que es iniciativa del gobierno, queremos que los que aqu� lleguen sobre todo puedan dialogar y sepan que son periodistas, artistas y escritores los que les dir�n los senderos que deben recorrer para comprender en la plenitud que tiene el proceso que vive nuestra Patria.
Ustedes son el pilar de esta Operaci�n
Por eso yo les pido a ustedes que coloquen como una de las tareas primordiales el ser ustedes el gran pilar de esta Operaci�n Verdad que va a permitir deshacer la imagen turbia con que han querido presentarnos en el exterior y se�alar tambi�n c�mo Chile en su lucha es y sigue siendo una democracia formal que queremos transformar, s�, en aut�ntica democracia econ�mica y social.
Me parece a m� que poco hay que agregar a las intervenciones profundas de gran contenido y de justa interpretaci�n de la realidad del proceso que vive Chile y del trabajo de ustedes en la sociedad burguesa, despu�s de las palabras de mis amigos y compa�eros Manuel Cabieses y Felipe Contreras. De todas maneras es justo reafirmar, como todos sabemos perfectamente bien que los medios de comunicaci�n de masas en esta sociedad constituyen ventajas materiales para aquellos que son, y con raz�n se les ha llamado as�, los industriales de la noticia. Sabemos entonces cu�n duro y dif�cil es para el periodista que tiene un pensamiento doctrinario, que tiene una ideolog�a, el tener que trabajar y verse limitado a las posibilidades de exponer sus ideas en empresas cuya actitud est� destinada a defender los privilegios de unos pocos y a negar el derecho de los m�s y tambi�n lamentablemente muchas veces a negar la necesidad imperiosa que Chile alcance los contornos de un pa�s independiente en lo econ�mico y soberano plenamente en lo pol�tico. Por eso es que tambi�n me parece justo se�alar que el objetivismo como tal no puede existir si pensamos que en esta sociedad burguesa hay y tiene que haber un enfrentamiento entre grupos y sectores, entre clases sociales. Y que han sido las clases minoritarias, las que han detentado el poder, las que han comprado el poder, las que defienden sus granjer�as y privilegios, las due�as a su vez de los medios de prensa y de informaci�n.
Comprometido con la causa del pueblo
Por eso es que es necesario insistir tambi�n en que el periodista de izquierda tiene que sentirse cada vez m�s comprometido con la lucha del pueblo, con la lucha de los trabajadores, m�s comprometido con la gran batalla de Chile. Yo lo he expresado reiteradamente, y creo que ustedes por el alto nivel cultural e intelectual, lo comprenden perfectamente bien y m�s que otros. Esta batalla nuestra ni es la lucha de un hombre ni es la batalla de un grupo de partidos, es la gran contienda de un pueblo que quiere romper la dependencia econ�mica que implica dependencia pol�tica. Es la gran batalla hist�rica por hacer de Chile una Patria de los chilenos, es la gran batalla hist�rica por transformar una sociedad, por hacer los cambios estructurales que hagan que el hombre no explote al hombre. Es la gran batalla por una nueva sociedad. He dicho que el pueblo y s�lo el pueblo organizado, disciplinado y consciente puede lograr este �xito que implica hacer un proceso revolucionario. Y ustedes forman parte del pueblo. Ustedes son el pueblo, un sector del pueblo que ha logrado a pesar del r�gimen y el sistema la posibilidad de prepararse m�s, de alcanzar niveles intelectuales superiores y culturales tambi�n superiores, por lo tanto ustedes tienen que ser la vanguardia de un pensamiento revolucionario mantenido y acrecentado en las diarias luchas que estamos dando. El periodista de izquierda tiene que saber que tiene que estar comprometido entonces por este combate sin tregua y sin cuartel que nosotros damos para hacer de los chilenos un pueblo libre y due�o de su propio destino. De all� entonces, que tambi�n sea justo se�alar que en este instante los periodistas de izquierda deben apreciar que es m�s dif�cil todav�a su batalla y nuestra batalla.
Ustedes son parte del Gobierno
Nuestra batalla, digo porque pienso y sostengo, lo que es verdad, que ustedes son tambi�n, porque son pueblo, parte del gobierno. Y �ste es el pueblo hecho gobierno y es el gobierno del pueblo. Sin embargo, no hay que olvidar, que la v�a que llamamos con raz�n chilena rompe los tradicionales esquemas y estamos dando las batallas dentro de los marcos que la democracia burguesa y las leyes que esta democracia burguesa dict� y dentro de esos marcos estamos buscando los cauces y los caminos para hacer posible las grandes y profundas transformaciones que Chile reclama y necesita en el campo econ�mico, en el campo social, en el campo pol�tico y hay que notar entonces que nos hemos comprometido a respetar la libertad de informaci�n.
Hay que entender que nosotros no buscamos el monopolio de la informaci�n y por lo tanto la lucha que da el gobierno y el pueblo dentro de los marcos que he se�alado es mucho m�s dif�cil que la que han dado otros pueblos que por los caminos de la insurgencia con las armas en las manos han alcanzado el gobierno y el poder. Nosotros estamos limitados voluntariamente, por los compromisos contra idos y por lo tanto, ustedes compa�eros periodistas de izquierda, saben perfectamente bien que otros seguir�n contando con sus medios de informaci�n, que otros seguir�n contando con los medios de difusi�n que les permitir�n llevar tergiversada la informaci�n e interpretar torcidamente las actitudes del gobierno, por eso las batallas de ustedes y nuestra batalla, es mucho m�s dif�cil, por lo tanto necesita una gran conciencia pol�tica, elevar el nivel de las masas y hacer de cada periodista de izquierda, un hombre no s�lo comprometido en el ejercicio de su profesi�n, con la tarea revolucionaria del gobierno popular y del pueblo de Chile, sino un hombre vinculado a las masas populares para llevar adem�s de las horas de su tarea el trabajo voluntario de elevar el nivel pol�tico de la inmensa mayor�a de los chilenos para que comprendan el paso hist�rico y la resoluci�n hist�rica que hemos adoptado.
Periodistas de la Democracia Cristiana
De ah� entonces que sea �til tambi�n precisar en esta asamblea qu� debe entenderse por gremialismo y c�mo detr�s de esta actitud muchos pretender�n ahora un pronunciamiento definitorio de lo que debe ser una aut�ntica funci�n gremial. Lo ha dicho aqu� el compa�ero Felidor Contreras, no son los periodistas de izquierda la inmensa mayor�a ni controlan los organismos gremiales, deben por lo tanto acentuar el di�logo con aquellos otros que todav�a no comprenden el paso revolucionario que Chile ha dado y seguir� dando. Por ello junto con saludarlos a ustedes como lo hiciera al comienzo de mis palabras, quiero enviar un saludo a los periodistas de la Democracia Cristiana que tuvieron la valent�a y el coraje de expresar su solidaridad con los periodistas de izquierda para se�a lar que ellos tambi�n comprenden la lucha antimperialista y revolucionaria que el pueblo y el gobierno de Chile tienen por delante en las cuales est�n empe�ados. Quiero entonces se�alar que es en la unidad primero de los periodistas de aut�ntica izquierda probados ya en tantos combates.
Respeto a las otras ideas
Quiero que se entienda tambi�n que es en el planteamiento de los problemas gremiales pero aut�nticamente definidos en donde est� la posibilidad de lograr que cientos de periodistas vengan a engrosar nuestras filas, cuando tomen conciencia de su propia situaci�n porque qu� duro debe ser la frustraci�n de tanto periodista limitado, como dij�ramos hace un instante, por los intereses de los industriales de la noticia. De all� entonces que hay que llevar al gremio de ustedes la batalla en que est�n empe�ados para conquistar sobre la base de la discusi�n, del respeto a las otras ideas, pero de la firmeza de las nuestras, a m�s y m�s periodistas que hoy d�a est�n en el l�mite vacilante de no adoptar una posici�n, pero con el ejemplo de la lucha de ustedes, con la posici�n de las ideas del programa, con la convicci�n de que luchamos por un inter�s mayor, seguramente, aquellos que a�n no est�n con nosotros, vendr�n ma�ana a engrosar la gran acci�n de ustedes.
Quiero al mismo tiempo se�alar que si acaso planteamos esta posici�n gremial, el gobierno como tal ha tenido con los periodistas y por cierto con las empresas que nos combaten en forma diaria y con procedimientos distintos, un absoluto respeto y una excesiva tolerancia.
Dir�n que hay “amenaza”
Cuando digo excesiva tolerancia, yo s� que ma�ana dir�n que hay una amenaza. No, yo quiero destacar, para demostrar c�mo un pueblo y un gobierno no tienen temor cuando saben que el pueblo comprende lo que el gobierno est� realizando. Hay por ejemplo una radioemisora cuyo Presidente es un extranjero, lo voy a decir: la Radio Balmaceda. Ese canal est� caducado en su concesi�n hace dos a�os, pude como Presidente de Chile colocar en la frontera al extranjero que paga gente para que denigre al pueblo, a Chile y a su gobierno y pude cerrar ese canal porque est� caducada su concesi�n. No lo hice por desprecio y porque s� que lo que all� se dice no alcanza a la recta comprensi�n del pueblo.
He tenido una sola actitud y aqu� debo explicarla, ayer se lo expuse a los dirigentes nacionales del Colegio de Periodistas, fui yo el que expres� al compa�ero jefe de prensa de La Moneda, mi amigo Carlos Jorquera, que dijera que no aceptaba que en una entrevista de una conferencia de prensa en que iban a estar periodistas extranjeros y los periodistas que cubren las informaciones de La Moneda, estuviera un representante de la revista Sepa. Y quiero que se sepa por qu� lo dije. Esa no es una revista informativa, he ah� un pool de revistas sediciosas que desde la primera hasta la �ltima l�nea no s�lo deforman, calumnian y mienten, sino que han estado fomentando un clima destinado a resquebrajar las bases institucionales del pa�s.
Nada ha estado ausente en cuanto a procedimiento y nadie ha escapado a la injuria y a la calumnia. Yo no puedo aceptar que en mi casa, que es la casa que el pueblo me entreg�, por lo menos durante seis a�os, y que sepan que los voy a cumplir y muy bien los seis a�os, digo, no estoy dispuesto a tener una actitud que entra�ar�a falta de honestidad y m�s que eso falta de dignidad. Yo no puedo aceptar en la casa que ocupo que es la casa de los Presidentes de Chile, que se paseen por sus pasillos y que tenga que encontrarme con delincuentes, porque esos no son periodistas.
Ni prepotencia ni atropello
Esa actitud ni es prepotencia ni es atropello. Ah� est�n con leg�timo derecho los periodistas de todos los diarios de la oposici�n y tampoco he prohibido y he dicho que no se d� acceso inclusive al sitio donde se re�nen los periodistas de La Moneda.
Lo que he dicho es que yo no tengo, y perd�n por la expresi�n que vaya usar, las “aguantaderas” que podr�an tener otros para tolerar en mi propia casa y en los pasillos y en las piezas o en el escritorio en donde yo tengo que trabajar diariamente, que haya este tipo de representantes que no son periodistas y tampoco representantes de revistas que informen.
Aqu� hay un proceso sedicioso en marcha y por eso convoqu� al pueblo y por eso lo he denunciado y este proceso sedicioso tiene como base fundamental la tergiversaci�n de los hechos en escala nacional y en escala internacional. Por eso los periodistas de izquierda deben tener conciencia de eso, y por eso tampoco es aceptable que sobre la base de un gremialismo se pueda permitir la impunidad para los que atentan contra el pueblo, contra Chile y contra el gobierno que el pueblo ha elegido. Quiero se�alar que los periodistas de izquierda, -por primera vez somos gobierno- cuentan hoy con m�s medios en donde actuar, en donde trabajar, en donde producir. Quiero se�alar que tienen m�s posibilidades de acceso a la t�cnica; que �sta hay que depurarla, hay que mejorarla; anhelamos que los periodistas de izquierda tengan los mejores elementos y tengan la mejor preparaci�n. Queremos y anhelamos que ustedes adem�s de su posici�n de izquierda sean reconocidos por el valor profesional que tienen por la acci�n que ustedes desempe�an, no s�lo por la fuerza de sus convicciones -sino que reitero- por la preparaci�n que deben tener.
Trabajo voluntario y la obligaci�n de prepararse m�s
De all� que el periodista de izquierda tiene la obligaci�n de estudiar m�s, de prepararse m�s, de tener m�s solidez a sus comentarios, al contenido de sus art�culos, a la propia cr�nica que diariamente realiza. Pienso que es obligaci�n tambi�n, de los periodistas, trasladar a las masas la informaci�n y buscar los medios para que esa informaci�n llegue en la forma m�s amplia posible y, pienso como aqu� tambi�n se se�alaba, que los periodistas junto con la tarea que deben desempe�ar en los medios informativos, est�n obligados a realizar un trabajo voluntario. Qui�nes mejor que ustedes pueden elevar la conciencia pol�tica de los sectores marginales, qui�nes mejor que ustedes para ense�arle al pueblo en la poblaci�n marginal o en la poblaci�n callampa, el porqu� de una informaci�n o de un comentario. Qui�nes mejor que ustedes para hacerles entender los v�nculos que tienen las empresas y las agencias informativas y el negocio que se hace con la noticia. Qui�nes mejor que ustedes para volcarse entonces llevando en la palabra hablada lo que hicieron antes con la palabra escrita.
Por eso tengo derecho a decirles que si en el carb�n o en las empresas estatizadas, o en el salitre, tambi�n en el cobre, los trabajadores est�n produciendo m�s, yo s� que los campesinos hoy tienen conciencia de que tienen que trabajar m�s la tierra porque Chile reclama y necesita m�s alimento para el pueblo y que ellos ser�n un factor esencial en este proceso y ellos tienen que entender que el proceso de explotaci�n y trabajo de la tierra forma parte del gran proceso del desarrollo econ�mico nacional, de la misma manera que el trabajador del cobre debe entender que los excedentes que da la econom�a chilena deben estar al servicio de Chile y los chilenos. Ustedes est�n entonces por su cultura, por los medios de informaci�n, en las mejores condiciones. Y si hay trabajo voluntario, y tendr�n que realizarlo los obreros y los campesinos, los profesionales como ustedes no deben ser remisos en esta gran tarea de elevar la conciencia de las masas populares. Y yo los quiero ver fundidos con el pueblo en las poblaciones callampas llevando el mensaje revolucionario del pueblo y el gobierno popular.
Doblegar la indiferencia
A mi juicio hay que doblegar la indiferencia de algunos y la tozudez de otros e inclusive de colocar a los empresarios en una situaci�n dif�cil. Por qu� no plantear coordinadamente grandes campa�as que tienen que ser de inter�s nacional, veamos por ejemplo, frente a un hecho que es el importante, el m�s trascendente en la historia de Chile, la nacionalizaci�n de nuestras riquezas b�sicas.
Hay que arrastrar mentalmente, no f�sicamente, a mucha gente e inclusive poner en el disparadero a las empresas, por ejemplo, c�mo qu� argumentos tendr�an, c�mo podr�an impedir que ustedes plantearan la necesidad de que todos los diarios impulsaran una gran campa�a en defensa de los ni�os, una campa�a frente a las diarreas infantiles, una campa�a, por ejemplo, por el nuevo invierno. Es una manera de colocarlos a ellos en la picota y obligarlos a entender que hay problemas que est�n m�s all� inclusive de sus intereses, que no son intereses nuestros sino en funci�n del gran inter�s nacional. Por eso les sugiero, compa�eros, que lo hagan y que busquen la manera de obligarlos a entender que aunque les duela no podr�n negarse a informar sobre hechos que tienen tanta importancia para el futuro nuestro, como son los ni�os de Chile y los ancianos de la Patria, c�mo defender a la gente de las inclemencias del tiempo cuando han chapoteado siempre en el barro, el viento y la lluvia, azotados en lo que es la feble casa, aparentemente casa, donde han vivido. De la misma manera quiero, y para terminar mis palabras, decirles a ustedes y ya lo han expresado aqu�: la unidad, la unidad de ustedes fortalece el rendimiento de todos ustedes, con un 30 por ciento -y hoy lo tenemos y m�s- en los medios de informaci�n que acaso hay un pensamiento uniforme, si acaso hay una actitud de vigilancia, si acaso hay la comprensi�n de la gran tarea hist�rica, y si cada periodista de izquierda comprende la designaci�n que reciba en su frente de batalla y de lucha, nosotros podremos lograr efectivamente una influencia cada vez m�s fuerte, m�s creciente, m�s profunda, en la conciencia nacional. Y esto tiene que estar afianzado primero en la voluntad unitaria, en la f�rrea voluntad unitaria de los periodistas de izquierda, que no haya sectarismo, que no haya desconfianza, que no huya la lucha fratricida entre nosotros, la Unidad Popular permiti� la victoria del pueblo, la Unidad Popular es la defensa del gobierno popular, la unidad ser� la barrera gran�tica con que se estrellar�n las tentativas sediciosas vengan desde fuera o desde dentro. La Unidad Popular, permitir� denunciar la agresi�n econ�mica o la tentativa subversiva extralegal. La Unidad Popular es y ser� el arma definitiva con que nosotros podremos tener la certeza de aplastar ideol�gicamente a nuestros enemigos.
La tarea es m�s dura
Por eso, tambi�n he se�alado antes de la batalla electoral municipal y despu�s de ella, que si tienen importancia los votos, tiene mucha y mucha m�s importancia el hacer de cada votante una conciencia revolucionaria. Cuando sacamos un mill�n 50 o 60 mil votos, era una tarea.
Ahora que hemos sacado un mill�n 400 mil votos, es una tarea mucho m�s dura; es una tarea m�s profunda y es una tarea mucho m�s necesaria; no podemos permitir nosotros que s�lo un entusiasmo transitorio, s�lo la motivaci�n de ir a votar para demostrar que somos los m�s, se mantenga. Necesitamos que ese mill�n 400 mil conciencias revolucionarias, que comprendan perfectamente bien el significado de la lucha del pueblo y de Chile, y en ello tienen ustedes tambi�n una gran tarea que cumplir y reclamo esta tarea porque es fundamental, compa�eros.
La historia nos ense�a c�mo en los movimientos populistas, grupos, partidos o corrientes de opini�n han crecido como espuma para desaparecer con el tiempo. A m� me interesa la conciencia, la columna vertebral, la base gran�tica de obreros que no s�lo tengan su conciencia de clase, sino la firmeza de las convicciones emanadas del di�logo y sobre todo en la discusi�n ideol�gica. Por eso lo que nosotros tenemos por delante es hacer que ese mill�n 400 mil votos que, para los derrotados son votos, sean para nosotros un mill�n 400 mil conciencias gran�ticas que van a defender el presente y el futuro de nuestra Patria.
El derecho a dar una opini�n
Aunque no me compete plantearlo, me parece �til y necesario decirles, yo creo que ustedes deben luchar por modificar la Ley del Colegio de Periodismo y adem�s y por qu� no decirlo, estudiar la manera c�mo pueden estar m�s presentes en esta etapa de transici�n en las propias empresas. Ustedes pueden luchar por el derecho a que los periodistas escriban una vez a la semana, ojal� una vez al d�a, parte de una p�gina o una p�gina en que expongan ustedes lo que efectivamente piensan y tambi�n creo que no es conveniente que olviden que tambi�n pueden llevar al periodismo la posibilidad del cooperativismo, de tal manera que no s�lo sean los empresarios los due�os de los medios de difusi�n, sino que todos los trabajadores que trabajan en estos medios.
Pienso que es fundamental modificar la Ley del Colegio de Periodistas para darle mayores atribuciones, para que defienda mejor las posibilidades de tipo material, y que es justo que se defienda como una reivindicaci�n, pero m�s que eso, las expectativas del respeto a la dignidad de la profesi�n y al futuro de la profesi�n. Pienso tambi�n que un Colegio de Periodistas, en donde el pensamiento de ustedes alcance la profundidad que debe alcanzar, tendr� un nuevo sentido y una nueva concepci�n de la �tica period�stica y tendr� la autoridad para separar a los mercaderes de la noticia y a los periodistas que escriban a tanto el cent�metro, siempre que sea bien pagado para injuriar y aquellos otros que defienden ideas y principios. Por eso sostuve tiempo atr�s en Valpara�so que yo era respetuoso no del periodismo objetivo que no existe, sino del periodismo con ideas y con principios, sean �stos los nuestros o de otros adversarios, pero que sean ideas y principios, que tengan la firmeza de defenderlos dentro de los marcos de una honrada �tica profesional.
Recabarren y Camilo Henr�quez
Por eso, para terminar mis palabras, nada mejor para ustedes periodistas de izquierda, que recordar el pasado, mirar hacia el comienzo de nuestra Patria, cuando el Fraile de la Buena Muerte empezara a abrir una conciencia para fortalecer el esp�ritu de la independencia nacional, nada mejor que recordar a Luis Emilio Recabarren el que sembrara de peque�os peri�dicos obreros y en la conciencia de los trabajadores la grande y fecunda semilla tambi�n de la rebeli�n y la virilidad de la clase, nada mejor que recordar a un periodista que cayera acribillado porque denunciaba delitos, Mesa Bell, y nada mejor que recordar a aquel otro que combati� en su Patria, muchas veces no pudo ejercer como periodista, que trabaj� de vendedor de libros, que tuvo actividades distintas y comprendi� que en las luchas de los pueblos no hay fronteras y que reg� con su sangre generosa la tierra de otro pa�s para se�alar hasta d�nde puede el hombre ser consecuente con sus ideas, Elmo Catal�n.