Salvador Allende

El pueblo: primer actor. Discurso en la concentraci�n denominada Cita de Honor del Pueblo para apoyar la victoria electoral


Pronunciado: El 13 de septiembre de 1970.
Versi�n digital: Eduardo Rivas, 2015.
Esta edici�n: Marxists Internet Archive, 1 de febrero de 2016.


Chilenos:

Este acto viene a testimoniar la fe y la decisi�n del pueblo de afianzar su integridad y la victoria que alcanzara el 4 de septiembre. Yo quiero, una vez m�s, reiterar, en nombre de los partidos y movimientos que integran la Unidad Popular, y de sus dirigentes y en mi propio nombre, el esfuerzo heroico, abnegado que miles y miles de chilenos a lo largo de la Patria hicieran para hacer posible esta victoria que, reitero, no es la victoria de un hombre, es la victoria del pueblo, es la victoria de ustedes, es la victoria de Chile.

Hay que reconocer una vez m�s que el actor principal en este hecho trascendente de la vida nacional ha sido el crisol de la Patria fundida en la modesta y humilde compa�era de las poblaciones marginales, junto al profesor universitario, al estudiante y al obrero, al campesino, al obrero industrial, al peque�o y mediano agricultor o comerciante, al intelectual y al artista.

Es decir, el pueblo, reitero, ha sido el actor principal de este hecho trascendente para Chile y que tiene y tendr� profunda repercusi�n en nuestra vida.

De la misma manera quiero decir una vez m�s: el pueblo ser� el primer actor en el Gobierno que inauguraremos a partir del 4 de noviembre de este a�o.

 

Repercusiones internacionales

Dije, reiteradamente, que ning�n pa�s hab�a alcanzado por los cauces jur�dicos y por el camino del sufragio lo que nosotros �bamos a lograr, y que siendo aut�nticamente chilenos los m�todos y las t�cticas que �bamos a utilizar, sin discusi�n la victoria nuestra producir�a en el campo internacional controversias, opiniones distintas; en resumen �bamos a provocar una conmoci�n y Chile y su pueblo iban a estar en el primer plano de la discusi�n en los distintos continentes.

Esto ha ocurrido y yo puedo destacar que inclusive diarios reaccionarios y diarios populares han hecho presente lo que representa el esfuerzo y el empuje organizado de las masas populares chilenas. Y gobernantes, directa o indirectamente, como en el caso de Venezuela, de Colombia y Ecuador, han se�alado el respeto que debe tenerse a la voluntad mayoritaria manifestada en las urnas. Tengo a mano, y es conveniente le�rselos a ustedes, la opini�n que tuvieron el ex-Embajador de los Estados Unidos en la Organizaci�n de los Estados Americanos, Sol Linowitz. Dice as� entrevistado por la televisi�n de su pa�s: “Chile ha elegido democr�ticamente un nuevo Presidente. Cada pa�s tiene derecho a elegir a su Gobierno en democracia. La pol�tica reiterada de EE. UU. es reconocer que cada pa�s puede elegir libremente a su Gobierno. Ese es un caso en que la capacidad y las intenciones de EE. UU. y en particular de su democracia, ser�n puestas a prueba. El Presidente de Chile, cualquiera que sea su posici�n, es el Presidente de un pa�s amigo. Debemos hacer todo lo necesario para preservar la libertad y las l�neas de comunicaci�n. En los EE. UU. nos asustamos con las palabras. El Dr. Allende es un hombre que quiere hacer cosas dentro de Chile, como la nacionalizaci�n total de las industrias, por ejemplo; puede no gustarnos y por eso tendemos a calificarlo con las palabras que nos asustan: comunismo y otras. Pero no hay que asustarse con etiquetas. Por lo dem�s, los planteamientos de su campa�a difer�an poco de su contendor, Tomic, que no es marxista si no dem�crata cristiano. Adem�s es una lecci�n para nosotros porque, si realmente estamos de acuerdo con la generaci�n democr�tica de los gobiernos en Am�rica Latina, como lo estableci� la Alianza para el Progreso, debemos nosotros respetar lo que el pueblo de cada pa�s latinoamericano libremente decida. Sobre todo que �sta lecci�n no debe descorazonarlos. Debemos esperar lo que todo Gobierno haga y no juzgar precipitada o anticipadamente. Por �ltimo, el Dr. Allende ha expresado su amistad y admiraci�n por Fidel Castro y Cuba. Tal vez a trav�s del nuevo Gobierno de Chile podamos tender un puente hacia Cuba para construir juntos un entendimiento en todo el continente, incluyendo aun a Cuba”.

He querido leer este documento porque �l es bastante diferente a otras publicaciones en diversos pa�ses latinoamericanos y es por cierto bastante diferente a la actitud asumida por algunos diarios de la reacci�n chilena que no quieren entender que el pueblo ha dado un paso irreversible, y que la victoria popular es un derecho del pueblo que vamos a defender.

Adem�s, ello nos permite, me refiero a las palabras de Sol Linowitz, reafirmar lo que el programa de la Unidad Popular se�ala. En el campo internacional, nosotros s�lo reclamamos el derecho a que se respete la voluntad de Chile. Nosotros respetaremos los gobiernos de todos los pa�ses, y por cierto somos partidarios decisivos de la autodeterminaci�n y de la no intervenci�n.

 

Reacci�n en el pa�s

Compa�eros, en el campo internacional era l�gico imaginarse la reacci�n que se iba a producir; con mayor raz�n, y como lo dij�ramos tantas veces, en nuestro pa�s iba a producirse un estremecimiento que alcanzar�a los m�s vastos sectores nacionales. En las masas populares, es el j�bilo honesto, el de la voluntad insobornable de trabajar por Chile. En los sectores ligados a los monopolios, a la derecha econ�mica, la soberbia de siempre expresada en actitudes de desesperaci�n. Yo quiero recordar lo que afirmara para decirles a ustedes, en primer lugar, con qu� orgullo hemos podido comprobar nosotros la responsabilidad, la seriedad, la profundidad y el alto nivel pol�tico que ha demostrado el pueblo, como lo hizo presente la noche jubilosa del 4 de septiembre, dando una lecci�n que han recogido los corresponsales de otros pa�ses que estaban aqu�, se�alando la ejemplar actitud del pueblo de Chile, actitud que se manifestara ayer en Valpara�so y hoy en Santiago, para se�alar con claridad meridiana la conciencia que tiene el pueblo de su alta responsabilidad hist�rica.

Quiero destacar que en el terreno nacional ha habido dos actitudes diferentes. Quiero que el pueblo que me escucha reciba mis palabras con la tranquilidad necesaria, y no quiero ninguna manifestaci�n de aprobaci�n o de rechazo, porque lo que me interesa es que el pueblo, hoy d�a, m�s que nunca entienda con claridad meridiana las horas que est� viviendo Chile y que inquietan al mundo.

 

Actitud Democracia Cristiana

En la tarde misma de la elecci�n, en las horas en que ya comenzaba la noche, se hac�a m�s claro nuestro triunfo y j�venes de la Democracia Cristiana con j�venes de la Unidad Popular intercambiaron saludos y vitorearon el triunfo del pueblo. Al d�a siguiente fue a mi casa despu�s de haberme enviado una tarjeta cordial y afectuosa de saludo, el candidato de la Democracia Cristiana, Radomiro Tomic. Yo he agradecido y destacado y se�alado el gesto honesto y la actitud pol�tica del paso dado por mi amigo Radomiro Tomic, que demuestra su entereza, espontaneidad y respeto a la voluntad popular. De la misma manera, debo hacer presente que dirigentes de la Juventud Dem�crata Cristiana, presididos por el diputado compa�ero Ram�rez, fueron a mi casa a manifestar que la Juventud Dem�crata Cristiana no pon�a en duda la victoria popular. Y anteayer he recibido a los consejeros dem�crata cristianos que integraban la delegaci�n de las federaciones de estudiantes. Me llevaban el mismo pensamiento, la misma actitud. Oficialmente el pa�s ha escuchado un discurso del Presidente de la Democracia Cristiana, senador Benjam�n Prado; tiene perfecto derecho y es justo que lo haga, al se�alar el vigor que su partido ha alcanzado en la votaci�n que tuviera Radomiro Tomic. Y tiene perfecto derecho a plantear su punto de vista. Desde aqu� yo le digo que los dirigentes de la Unidad Popular no nos negamos al di�logo con la Democracia Cristiana y que los puntos de duda que pudieran albergar est�n resueltos con claridad meridiana en el programa que hemos entregado al pueblo. Y yo he sido lo suficientemente claro y honesto para se�alar que siendo fundador del Partido Socialista, ese programa no es un programa

socialista, como no es un programa comunista, ni es socialdem�crata, ni es radical, ni es del MAPU, ni es del API. Es un programa de la Unidad Popular, vale decir, que interpreta los anhelos del pueblo de Chile.

Por eso, abiertos al di�logo, alto y p�blico, al margen de toda componenda, que ni ellos con honradez han planteado y que nosotros con dignidad preservar�amos, quiero se�alar, sobre todo a los comit�s de la Unidad Popular, que voces interesadas y actitudes pretenden crear en las bases, en las poblaciones en los sitios de trabajo, dificultades con sectores de la Democracia Cristiana. Yo les pido a mis compa�eros de los comit�s de la Unidad Popular la m�xima tranquilidad, y la serenidad que da la firmeza irrevocable de nuestro triunfo y que consideremos la actitud asumida por el Partido Dem�crata Cristiano que contrasta extraordinariamente con la actitud sediciosa, antinacional y antipatri�tica de la reacci�n y de la derecha chilena.

 

Comunicado de Alessandri

Y pido silencio. El se�or Alessandri ha entregado una comunicaci�n al pa�s. En esa comunicaci�n, interpretada desde el �ngulo interesado de la reacci�n, hay motivo para pensar que algunos pretendieran se realizara una artera, sucia, incre�ble farsa. Y yo pienso, por antecedentes que tengo, e inclusive porque el propio se�or Alessandri no puede prestarse a un hecho de esta naturaleza y s� que ha ordenado la disoluci�n del comando alessandrista y ha declarado que �l es un hombre al margen de la pol�tica desde el d�a 4 de septiembre.

Constitucionalmente, y a juicio de gente que conoce esta materia, su propia carta lo sit�a categ�ricamente ante la imposibilidad de un pronunciamiento del Congreso a su favor. De todas maneras, yo tengo la seguridad y la certeza que eso no puede ocurrir y quiero decirles a ustedes que la actitud del se�or Alessandri yo la separo inclusive de aquellos grupos obcecados, reaccionarios y antinacionales que est�n tratando de provocar situaciones que es conveniente que el pueblo conozca y que yo denunciar� implacablemente esta ma�ana. Desde luego, en este momento, se re�nen en el Teatro Nacional unos se�ores que dicen ser voceros de la Patria y reclaman la libertad. No s� a nombre de qui�n pueden hablar, pero la Patria est� aqu�, porque est� el pueblo; el pueblo es la Patria, porque siempre la defendi� y siempre la hizo suya.

En cuanto a la libertad, la que ellos otorgaron, la vamos a ampliar nosotros efectivamente cuando termine el temor al diario vivir y cuando tengamos una aut�ntica democracia. No nos inquietan, no nos preocupa; despreciamos las actitudes de esta gente. Pero les advertimos que no caigan en el terreno de la provocaci�n, la misma manera como con sencillez, con humildad, hemos recibido esta victoria, de la misma manera sabremos defenderla, con el coraje, el valor y la decisi�n que siempre ha tenido y tiene el pueblo de Chile.

 

Apoyo

Frente a esta actitud desesperada e irresponsable est� la que han expresado las m�s grandes e importantes organizaciones de Chile. La CUT y la totalidad de las Federaciones Industriales; la inmensa mayor�a de los candidatos ha reiterado su confianza y su fe en el Gobierno del pueblo.

Igual actitud han tenido las 11 Federaciones universitarias, y para m�, lo dije, fue un motivo de simb�lica y profunda significaci�n el que hablara la noche de la victoria desde los balcones de la Federaci�n de Estudiantes de Chile. Por eso la juventud; que es lo m�s transparente, sabe que nosotros tenemos conciencia de su aporte a la victoria popular, igual que lo hicieron los trabajadores, y sabe la juventud la responsabilidad que tendr� ma�ana en la defensa del Gobierno y en la construcci�n de la nueva sociedad que vamos a empezar juntos, camaradas.

Est� la presencia de colegios profesionales, de la importancia del de Ingenieros, Dentistas y del Colegio M�dico. Tengo que destacar el pronunciamiento de los rectores de todas las universidades de Chile, que a nombre de sus consejos concurrieron a mi casa a expresar con di�fana claridad que las universidades ten�an conciencia de la hora profunda de transformaciones que viv�a la Patria y que ma�ana las universidades serian un factor din�mico junto al pueblo en la gran tarea constructora en que estaremos empe�ados.

 

Obispo y sacerdotes

La Facultad de Ciencias Jur�dicas y Sociales presididas por su Decano, hizo presente tambi�n que la unanimidad de los profesores, desde el que no estuvo con nosotros, reconoc�an hidalgamente el triunfo del pueblo. Quiero se�alar que el Obispo de Puerto Montt, Monse�or Jorge Hourton, ha declarado p�blicamente que el pueblo debe ser respetado y que dentro de los principios m�s puros del cristianismo hay que cooperar a la labor del futuro Gobierno, teniendo la seguridad y la certeza de nuestro respeto que ha sido siempre a todas las creencias religiosas. Quiero hacer presente que esta ma�ana he tenido la profunda satisfacci�n de recibir, en mi casa un grupo de religiosas y sacerdotes que trabajan en las poblaciones marginales de Santiago y me entregaron la siguiente declaraci�n: “1.- Como ciudadanos hemos venido a verlo para felicitarlo por el limpio triunfo en las urnas y por su actitud serena y digna asumida despu�s de la elecci�n y asegurarle nuestra cooperaci�n en su Gobierno, que es una esperanza para la clase trabajadora y todos los chilenos; 2.- Como pastores, para denunciar acciones que atentan gravemente contra la moral y el esp�ritu democr�tico y patri�tico de nuestra naci�n, como por la fuga de capitales, despidos, amenazas de cierre de industrias, boicot econ�mico, para tranquilizar algunas personas de nuestras comunidades cristianas, aterrorizados con los rumores que habr�a depresiones ideol�gicas y de disminuci�n de la libertad religiosa. Para expresar con nuestra presencia la confianza en que la Iglesia cumplir� con su misi�n permanente de anunciar el evangelio de Jesucristo, para que los acontecimientos, las situaciones y todas las actividades humanas se encaminen hacia la liberaci�n integral de todos los hombres, especialmente los despose�dos.

Agradezco la presencia de esos sacerdotes del pueblo en mi casa esta ma�ana y frente a ustedes he dado lectura a una declaraci�n en la cual se trasunta evidentemente el evangelio y la pureza de las palabras del Maestro de Galilea, de las palabras de Cristo. De la misma manera, he recibido una comunicaci�n del Movimiento de Obreros de Acci�n Cat�lica.

 

Fuerzas Armadas

Todos estos hechos, que son extraordinariamente significativos, el pueblo debe conocerlos; pero tambi�n el pueblo no puede desconocer otros hechos, y pido que reciban lo que voy a decir, con el mismo respeto y con la misma tranquilidad. El diario “El Mercurio” ha seguido con su campa�a llegando hace tres d�as a escribir un editorial que es aut�nticamente sedicioso. Lo que es m�s grave, es que yo me dirig� gracias a la actitud de ARCHI, vale decir, la Agrupaci�n Gremial de las Radioemisoras de Chile, por cadena voluntaria que me ofrecieron, a todo el pa�s, Era el prop�sito de la Unidad Popular y el m�o llevar tranquilidad a los m�s amplios sectores nacionales y sin perder, porque, es bueno que se sepa, sin perder jam�s de vista lo que hemos dicho al pueblo en su programa. Se�alar, s�, muy claramente, qui�nes ser�n los afectados y quienes nada tienen que perder. En ese discurso yo conden� de la forma m�s en�rgica, como lo condeno hoy, el atentado cobarde, vil y artero que se hiciera contra un modesto Carabinero que estaba de guardia en una Embajada. Dije lo que repito aqu�: jam�s un hombre de izquierda, jam�s un hombre del pueblo, jam�s un hombre de la Unidad Popular, va a disparar a mansalva, y a huir en un autom�vil, en contra de un modesto funcionario de Carabineros, Dije a prop�sito de ese hecho que lo condenaba con la m�s en�rgica de mis expresiones. Que se supiera que la instituci�n de Carabineros, con la orientaci�n que el Gobierno le va a dar, ser� una instituci�n m�s prestigiada, y ser� instituci�n apoyada por el Gobierno y querida por el pueblo, porque est� al servicio de la gente modesta y humilde para reprimir a los delincuentes y para dar tranquilidad a las poblaciones.

Pero hab�a un prop�sito, suprimir este p�rrafo, y claro, tuvo que hacerlo “El Mercurio”. Nunca en Chile, ni en los peores momentos de nuestra historia, ning�n grupo pol�tico hab�a procedido as�. Fue la desesperaci�n de los ultra, fue la mano artera de la CIA. Pero que sepan que estamos alerta y que vamos a denunciar estos hechos para que el pueblo tome conciencia y evite cualquier otro tipo de provocaci�n. De la misma manera, en el diario “El Mercurio” se hizo un resumen de mi discurso bastante amplio. Sin embargo, se omiti� deliberadamente el p�rrafo que ese discurso conten�a en relaci�n con las fuerzas Armadas. Hemos dicho hasta la saciedad lo falso y artero de la campa�a que hicieron en esta etapa electoral y que nosotros �bamos a reemplazar las Fuerzas Armadas de Chile por Milicias Populares. He se�alado la diferencia que ha habido en otros pa�ses en donde las Fuerzas Armadas son guardias pretorianas o eran guardias pretorianas, como en el caso de Cuba, al servicio de un dictador.

He dicho que Fidel Castro derrot� a un Ej�rcito que no era un Ej�rcito profesional, un Ej�rcito anticubano defendiendo los intereses extranjeros y postrado de rodillas ante un dictador. Las Fuerzas Armadas de Chile, lo dec�a en este discurso, son Fuerzas Armadas profesionales, y la Unidad Popular fortalecer� su capacidad t�cnica y su eficiencia, pero adem�s de reconocer que son fuerzas destinadas para defender nuestra integridad territorial y nuestra soberan�a nosotros queremos que no sean una parcela al margen de la vida econ�mica del pa�s.

Queremos que ellas se incorporen a la investigaci�n cient�fica, a la investigaci�n t�cnica, que conozcan las metas y proyectos del Gobierno de impulsar el desarrollo econ�mico junto con ellas, tomando como base, ASMAR y FAMAE. Es p�rrafo que representaba el pensamiento de la Unidad Popular, tambi�n fue retirado de “El Mercurio” con la intenci�n aviesa de pretender crear una distancia entre el pueblo y las Fuerzas Armadas de Chile, son fuerzas profesionales, tradicionalmente respetuosas de la Constituci�n y la Ley, y lo dije y lo repito, las Fuerzas Armadas de Chile son el pueblo con uniforme, y por eso se le quiere y se le respeta.

 

Denuncia sedici�n

Compa�eros: han ido m�s lejos. Tenemos informaciones de reuniones pol�ticas de grupos sediciosos. En una reuni�n se lleg� a decir, con una insolencia incre�ble y con un sentido antipatri�tico inaceptable, que bien podr�a valer, �iganlo bien, 500 mil d�lares un general del Ej�rcito chileno. Mercaderes que siempre han comerciado con todo, se imaginan que la dignidad de un soldado de Chile tiene precio. Desde aqu� denuncio la audacia, la insolencia, la injuria que se lanza contra las Fuerzas Armadas al pretender imaginarse que podr�n corromperlas con dinero. De la misma manera en esa reuni�n, y quiero tranquilidad absoluta, se dijo que era m�s barato eliminar al candidato popular, que costaba menos, que bastar�an 300 millones de pesos. Yo les digo desde aqu� a esos presuntos asesinos: voy a entregar a tres notarias de Santiago, los nombres de las gentes que se reunieron porque los tengo, y si algo me pasa, que lo sepan, el pueblo sabr� hacerse justicia.

Adem�s Compa�eros, recuerden ustedes lo que les dije en la campa�a. Recu�rdenlo bien. Yo lo �nico que deseo es que lleguen los tres candidatos el d�a 4 de septiembre. Lo reitero ahora y les digo desde aqu� a los familiares y al propio Alessandri y al propio Gobierno, que protejan sus vidas, que tengan vigilancia, porque la provocaci�n tambi�n podr�a tener ese rumbo y ese camino. Nosotros lo �nico que queremos es que llegue el d�a en que deba pronunciarse el Congreso, teniendo esta misma tranquilidad y gozando todos los candidatos de muy buena salud, como la gozo yo porque estoy con ustedes y porque el pueblo me defiende.

 

Situaci�n de la econom�a

Pero, compa�eras y compa�eros, no nos hemos reunido aqu� tan s�lo para estos hechos que tienen significaci�n pol�tica. Quiero se�alar que la situaci�n econ�mica que ha querido crearse es parte de la estrategia pol�tica de la reacci�n. Hay peque�os grupos financieros, de monopolistas y de capitalistas extranjeros y grupos de los banqueros que indiscutiblemente han pretendido provocar el caos econ�mico. Vale decir, est�n atentando contra la econom�a nacional. Quieren o pretenden desgajar la vida econ�mica y financiera de Chile en estos d�as antes que nosotros asumamos el poder. Por eso nos entrevistamos con el Presidente de la Rep�blica, y declaro honestamente que el Presidente de la Rep�blica expres� que el Gobierno tomar�a todas las medidas del caso y que aceptar�a las sugerencias que nosotros le hici�ramos.

Nosotros estamos dispuestos a denunciar claramente a aquellos responsables que est�n atentando contra Chile y su destino para defender sus bastardos y mezquinos intereses.

Lo lamentable es que las actitudes presentes pueden arrastrar a peque�os y medianos comerciantes y ahorrantes, a viudas, a gente modesta y humilde, las que tienen dep�sitos peque�os en los bancos o cajas de ahorros y pr�stamos, que nunca hemos pensado tocar.

Quiero se�alar que el Banco Edwards, el d�a siguiente de la elecci�n, pidi� cerrar sus puertas, y que la Superintendencia de Bancos se lo prohibi�, con lo cual hab�a dado la sensaci�n de caos.

Quiero hacer presente que el Banco Central ha entregado a los bancos particulares los fondos suficientes y necesarios para darles a las empresas los recursos que necesitan a fin de pagar salarios y sueldos. Lamentablemente, algunos gerentes de esas empresas han dicho que no han recibido esas ayudas y han pagado el viernes tan s�lo algunos suples; esa es la gente que est� mintiendo y presionando. El Banco Central tiene los recursos y los pondr� a disposici�n de los Bancos particulares para que puedan cumplir los particulares con los compromisos contra�dos. Y nosotros advertimos a algunos banqueros que no lo vamos a olvidar, si acaso pretenden, con manejos turbios acentuar la tentativa de corrida bancaria que hubo en los d�as lunes y martes de esta semana. Estos hechos el pueblo debe conocerlos, y debe pensar que hay m�s todav�a. Despidos arbitrarios en algunas industrias, amenazas de paralizaci�n, aduciendo que los Bancos no daban cr�ditos para materias primas o se�alando que aqu� estaba perdida la libertad. Pues bien, compa�eros de comit�s de la Unidad Popular: vayan ustedes a hablar con los gerentes y directivos de las industrias en que trabajan. D�gales aut�nticamente lo que es el Programa de la Unidad Popular, se�alen la responsabilidad que ustedes tienen; d�ganles que nosotros deseamos que todas las industrias trabajen, pero advirti�ndoles que, en nombre m�o, s� se paralizan artificialmente, las van a tomar ustedes y las van a hacer producir ustedes.

Quieren cancelar �rdenes de compra, quieren bajar la calidad de los productos. Esta toda una mara�a destinada al sabotaje de los aprovisionamientos alimenticios. Quieren decir que nosotros vamos a provocar el hambre en este pa�s. Nosotros, que hemos nacido para dar de comer al pueblo, nosotros que luchamos para que haya trabajo, nosotros que queremos que sobre la base del trabajo, el pueblo pueda alimentarse bien, acusados arteramente de ser los responsables de lo que ellos pretenden, poniendo dificultades en la comercializaci�n y en la entrega de los productos alimenticios. Nosotros hemos hablado y hablaremos con la C�mara de Comercio Minorista, hablaremos con los comerciantes ferianos, pero ustedes tienen que estar vigilantes y entregar las denuncias respectivas a los comandos de Unidad Popular. No tomar actitudes como comit�s de Unidad Popular, sino que llevar las denuncias concretas, que nosotros apelaremos a las autoridades primero, y despu�s a hacer p�blicas las denuncias; porque no vamos a ocultar al pueblo lo que pueda ocurrir o lo que pretendan que ocurra.

 

Campa�a de desaliento

Hay una campa�a que llaman de desaliento y de presi�n psicol�gica y ya se ha realizado. Unas cuantas se�oras que han perdido la br�jula, salen a las calles a implorar para que no se le entregue Chile al comunismo, al nazismo ni a Allende. Dicen que ser�n desfiles silenciosos con carteles; d�jenlas que pasen, m�renlas, pero d�jenlas pasar; cont�mplenlas, pero d�jenlas pasar. Ni un gesto de reproche; quiz� la compasi�n para esa gente que no entiende lo que ha pasado en Chile, ni lo que pasa en el mundo.

Pero no se inquieten por esa manifestaci�n. Lo que es m�s grave es lo que est�n haciendo en algunas poblaciones, han ido a empadronar a alguna familia, para decirles, compa�eros, lo mismo que se les dijera antes. Que si tienen seis hijos, dos para la Uni�n Sovi�tica y dos para Cuba. Eso s� que es distinto. Si llega alguna de estas gentes a las casas de ustedes, h�ganlas pasar, d�jenlas guardadas unas cuantas horas, avisen al comando, que nosotros pediremos a Carabineros las detenga y que la Justicia Ordinaria proceda como debe proceder con esa gente. Ayer, un m�dico, en Valpara�so, me ha dicho que dos colegas, dos m�dicos, �iganlo bien, estaban aterrados porque hab�an ido a sus casas con carnet del Partido Comunista a amenazarlos y a exigirles que se fueran de Chile, uno era dem�crata cristiano y el otro partidario de Alessandri. Por cierto, la gente que fue ni era comunista ni ten�a carnet aut�ntico del Partido Comunista. Esa era otra de las tantas falsificaciones, tantas actitudes arteras y cobardes que se est�n utilizando para crear este clima de caos y de p�nico, que no lo van a lograr por la madurez y la conciencia pol�tica del pueblo. Algunas asociaciones patronales han actuado en esto y yo tengo aqu�, m�renlo bien, no se los voy a leer; se van a quedar ustedes con la curiosidad todav�a. Siete p�ginas de los que est�n contribuyendo ahora, no s� si a reponer los hoyos que han quedado de la candidatura de Alessandri, recogiendo dinero para las actividades sediciosas. Pero aqu� tengo los nombres; llegado el momento, Chile entero va a saber con cu�nto han contribuido determinadas firmas que siguen contribuyendo. A m� me inquieta si es para pagar deudas, porque si eran partidarios de Alessandri, est� bien que lo hagan. Pero si esta plata es para financiar movimientos sediciosos, que sepan que tenemos las huellas digitales y que las puertas de la c�rcel se van a abrir para ellos, porque el pueblo no va a tolerar este tipo de provocaciones.

 

Colaboraci�n

Quiero se�alar que contrasta con esta actitud el hecho de que se hayan publicado avisos de industrias, empresas y directores de ellas que junto con sus sindicatos han manifestado que est�n dispuestos a continuar trabajando. No voy a leer, porque no quiero cometer un error que elimine algunos de estos nombres. Pero quiero se�alar que nos parece patri�tico se�alar la actitud de esos empresarios y que nosotros consideraremos perfectamente bien, que en un momento en el que algunos quieren provocar el caos, hay gente que dice: nosotros sabemos perfectamente bien que eso no puede ocurrir. Si algo nos va a pasar porque somos empresarios de determinados niveles, sabemos que el Gobierno del pueblo tendr� la responsabilidad necesaria y el criterio justo para atender la situaci�n de cada una de las empresas. Y eso nos merece respeto y expreso mi reconocimiento, y s� que a partir de ma�ana numerosas empresas tendr�n la misma actitud, lo que se�ala que una cosa es un grupo sedicioso y antipatriota y otras cosas son, inclusive, empresarios que tienen conciencia que no puede detenerse la tarea de la historia ni con el asesinato ni con los diques represivos, ni con la corrupci�n del dinero. Lo que el pueblo ha conquistado nadie se lo puede arrebatar y, por lo tanto, esos empresarios han hecho bien en reconocer lo que ser� ma�ana el Gobierno Popular.

 

Preocupaci�n

Quiero que ustedes sepan que no estamos cogobernados. La responsabilidad la tiene, como es l�gico, el Gobierno del Presidente Eduardo Frei hasta el 4 de noviembre. Despu�s del 4 de noviembre, la responsabilidad es nuestra. Pero; eso s�, con la aceptaci�n del propio Presidente de la Rep�blica. Personeros de la Unidad Popular han tomado contacto con los distintos Ministerios y Organizaciones del Estado para entregar sugerencias, para ir conociendo en qu� condiciones indiscutiblemente, vamos a recibir el pa�s.

Nosotros estamos preocupados entonces, como es l�gico de impedir que haya atentados contra la econom�a nacional y que adem�s se llegue a pensar, que con esos atentados puedan realizarse sabotajes en las grandes empresas, fundamentalmente en el cobre. He conversado con el Colegio de Ingenieros, y he conversado con los trabajadores del cobre, con el Presidente de la Confederaci�n, el compa�ero diputado H�ctor Olivares Sol�s, y les he dado a conocer algunas denuncias a ambos organismos. Y yo s� perfectamente bien que los t�cnicos chilenos, los empleados chilenos y los obreros del cobre, no van a permitir ni a tolerar ning�n sabotaje; que es la garant�a nuestra; la actitud patri�tica y nacional de cada chileno que all� trabaja, que querr� que en esas empresas, alg�n d�a, se levante con orgullo y dignidad la bandera de la Patria, mecida por los vientos de la nacionalizaci�n. Queremos defender y defenderemos a los trabajadores para evitar despidos injustos; queremos que se hagan denuncias concretas, si eso ocurre; queremos tambi�n, �igase bien, que tengan conciencia los peque�os y medianos industriales y agricultores, todos los sectores monopolistas, que es tambi�n nuestra preocupaci�n, que no sufran ellos consecuencias por este caos econ�mico que arteramente han querido crearse. Esto es responsabilidad fundamental del Gobierno, pero tambi�n lo es de la Unidad Popular. Es una obligaci�n patri�tica de todos los chilenos. Por eso yo llamo al pueblo a estar alerta, a fortalecer la Unidad Popular, a titanizar la Unidad Popular, a formar comit�s de Unidad Popular, y hacer trabajar los comit�s de Unidad Popular; a no tener ninguna actitud sectaria con aquellos que no estuvieron con nosotros. Si sacamos 1.070.000 votos, hoy d�a, seguramente, hay tres o cuatro millones de chilenos que no por oportunismo, sino por la convicci�n personal, est�n junto a nosotros, y nosotros tenemos la obligaci�n de aceptar su ayuda y su cooperaci�n patri�tica. La Unidad Popular ha tomado nota y seguir� haci�ndolo, de cada actitud de los sectores empresariales, de cada actitud de los Bancos, de cada actitud de los monopolios, no para venganza, que no cabe, sino para se�alarlos ante el pa�s y para que se sepa claramente de qu� manera y c�mo el pueblo est� procediendo.

 

Caso �nico en las urnas

Compa�eras y compa�eros de Santiago y ciudadanos y ciudadanas de Chile. Ya lo dije al comenzar mis palabras, y debo reiterarlo ahora: lo hecho por el pueblo no tiene parang�n con ning�n otro pa�s del mundo. Somos el primero de los pueblos de �ste y otros continentes que va a llegar al Gobierno a trav�s de las urnas, a trav�s del sufragio. Eso implica una gran conciencia c�vica y un alto nivel pol�tico.

Por eso agradezco frente al pueblo los 500 u 800 cables recibidos de los distintos continentes de movimientos populares, de partidarios del pueblo, de los pa�ses socialistas y de los pa�ses capitalistas industriales. Agradezco las palabras de est�mulo de escritores, artistas, intelectuales y pol�ticos que me han enviado palabras solidarias, pero no en lo personal, sino para que yo las entregue al pueblo que, reitero, ha sido y ser� el gran actor de este trozo de la historia de la Patria. Si lo se�alado es para indicar cu�nta raz�n ten�a al decirles a ustedes que esta lucha es una lucha aut�nticamente nuestra, aut�nticamente chilena, de acuerdo con nuestra historia, nuestra idiosincrasia y nuestra tradici�n, pero que al mismo tiempo en la lucha interesaba y preocupaba a los pueblos del mundo. Por eso ustedes, hombres y mujeres de Chile, pueblo de Chile, ustedes que han sido capaces de alcanzar esta victoria, ser�n ma�ana, y no tengo dudas, capaces de estabilizar el triunfo y construir juntos la nueva Patria que caminar� hacia el socialismo.

 

Dispuestos a paralizar el pa�s

El pueblo, que ha sido capaz de triunfar contra el dinero, la mentira, la insidia y la calumnia, es un pueblo que ser� capaz de gobernar y daremos a todos la lecci�n. El pueblo sabe ahora defender su victoria. El pueblo debe tener confianza en los dirigentes pol�ticos de la Unidad Popular y en los dirigentes de la Central �nica de Trabajadores, y debe tener, el pueblo, confianza en el que les habla. Si llega el momento, ser� nuestra palabra y nuestra voz. Ser� el mensaje que daremos a trav�s de las radios, o a trav�s de los Comit�s de Acci�n Popular. Ser� el mandato que tendr� que escucharse desde Arica a Magallanes y de la cordillera al mar. Y pretenden, en una actitud de insania, provocar una situaci�n que nosotros rechazamos. Que sepan que el pa�s se va aparar, que no habr� empresa, industria, talleres, escuela, hospital o campo que trabaje, como primera demostraci�n de nuestra fuerza. Que sepan que los obreros ocupar�n las f�bricas y que sepan que los campesinos ocupar�n las tierras. Que sepan que los empleados estar�n en las oficinas p�blicas esperando la voz y el mandato de la Unidad Popular. Que sepan, perfectamente bien, que tenemos el sentido de responsabilidad, pero que sabemos tambi�n la fuerza que representa un pueblo disciplinado y organizado. Y reitero que esto que estoy diciendo no implica, �iganlo bien, ni la m�s leve duda respecto a la actitud que tendr�n las Fuerzas Armadas y el Cuerpo de Carabineros de Chile, lo que quiero se�alar es que el pueblo tiene que estar alerta y quiero insistir que el orden, la disciplina, la estabilidad democr�tica y la ampliaci�n de la democracia, para hacerla aut�nticamente efectiva en lo econ�mico y lo social, ser� la labor del pueblo cuando seamos capaces, y lo haremos, de cumplir el programa de la Unidad Popular.

La tarea que tenemos por delante, para romper la dependencia pol�tica, la dependencia econ�mica y la dependencia cultural, es una tarea de todos los chilenos y fundamentalmente de los aut�nticos patriotas, y de los chilenos que tendr�n que dirigir esta tarea, darle forma y contenido, los hombres y las mujeres de la Unidad Popular. El pueblo triunf�. El pueblo defender� su triunfo. El pueblo gobernar�. Ayer dijimos, venceremos. Hoy d�a, cumpliremos el programa de la Unidad Popular.