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Ramiz Alia

 

La fidelidad a los ideales de la lucha y a las tradiciones revolucionarias es garantía para el presente y el futuro de la patria

 


Pronunciado:  En festividades en conmemoración de la conferencia de las fuerzas patrióticas albanesas realizada el 16 de septiembre de 1942 en la localidad de Peza (Pezë), Albania, la cual acordó la conformación del Frente de Liberación Nacional contra las fuerzas invasoras fascistas alemanas.
Historial de publicación: Se publicó en idioma albanés en Rruga e Partise, núm. 10, 1987.
Fuente del texto en castellano:  Ramiz Alia, "La fidelidad a los ideales de la lucha y a las tradiciones revolucionarias es garantía para el presente y el futuro de la patria", en Teoría y Practica núm. 8, enero 1987 (Ecuador), págs. 92-99, en traducción de R. Sánchez.
Esta edición: Marxists Internet Archive, marzo de 2011.



Queridos camaradas: 

Para todos nosotros constituye una satisfacción especial encontrarnos hoy aquí en la heroica Peza, y tomar parte en la hermosa fiesta dedicada al 45 aniversario de la Primera Conferencia Antifascista del pueblo albanés, ese grande e inolvidable acontecimiento que ha dejado huellas tan profundas e imborrables en la memoria de nuestro pueblo.

Aprovecho la ocasión para saludar, en nombre del Comité Central del Partido y del Presidium de la Asamblea Popular, al valiente y leal pueblo de Peza, a los veteranos de la Lucha de Liberación Nacional que se encuentran aquí, a todos los asistentes. Os deseo a todos larga vida, buen trabajo y felicidad.

El aniversario de la Conferencia de Peza traslada nuestra imaginación a la gloriosa epopeya de la Lucha de Liberación Nacional, al heroísmo guerrillero y los incontables sacrificios del pueblo, a la agudeza y madurez del Partido Comunista con Enver Hoxha al frente, al elevado espíritu patriótico, revolucionario y amante de la libertad de aquella generación que asumió los destinos del país y liberó la patria de los ocupantes extranjeros y los traidores. Nuestro reconocimiento a aquellos combatientes no tendrá nunca límites, del mismo modo que nunca vacilará nuestra fidelidad a los ideales por los que ellos lucharon y trabajaron.

La celebración de este gran acontecimiento histórico nos mueve a mirar hacia el futuro, a trabajar aún más para garantizar la libertad y la independencia de la patria, para fortalecer el poder popular y hacer progresar el socialismo y avanzar por el camino seguro y victorioso que dio comienzo hace 45 años cuando se sentaron los cimientos de la nueva Albania.

En este feliz aniversario no tenemos físicamente entre nosotros al camarada Enver, este gran comunista y patriota, que ideó y organizó la Reunión de Peza, este hombre glorioso que elaboró la genial plataforma para la unión del pueblo albanés en el Frente de Liberación Nacional, que levantó una poderosa organización para movilizar al pueblo en guerra, que sentó los basamentos de acero del nuevo poder popular.

Sin embargo poseemos su obra, poseemos a Albania Socialista, que florece y progresa cada día, tenemos los ideales marxista-leninistas que nos inspiran, sus luminosas enseñanzas que nos guían.

Ha habido mucha gente en el mundo, incluso la sigue habiendo, que predicaba que tras la muerte de Enver Hoxha, Albania sufriría desórdenes, que su obra se tambalearía, que sus ideas serían olvidadas y así, sucesivamente. Esa gente ha fracasado y fracasará siempre en sus previsiones, porque juzga de forma metafísica, juzga con esquemas tomados de prestado de la práctica histórica de otros países, sobre todo de los revisionistas, que ni son de la misma naturaleza, ni son parecidos, ni siquiera aproximados al camino y la realidad de Albania Socialista. La historia mundial no tiene reglas generales y mucho menos ineluctables para todo país.

Enver Hoxha fue muy grande mientras vivió. Pero la grandeza de su figura y de su obra se eleva aún más ahora, tras su muerte. Ello se expresa en la solidez de su obra, que es la propia nueva Albania del socialismo victorioso; se expresa en sus grandes ideas, que son para el presente y contienen los proyectos del futuro. Por eso la línea general del Partido, que lleva en su base las ideas de Enver, es la línea de la continuidad; por eso el Partido y el pueblo permanecen fieles a la herencia revolucionaria del camarada Enver; por eso sus enseñanzas son imperecederas y su aplicación en nuestro trabajo y nuestra lucha diarios resulta imprescindible.

Nuestros contemporáneos y los que en el futuro nazcan en la tierra albanesa verán siempre en la obra, las ideas y enseñanzas de Enver Hoxha una enorme fuente de claridad y de inspiración para los trabajos que emprendan y los nuevos pasos que den.

El nombre del camarada Enver Hoxha está unido a todos los grandes acontecimientos de la historia de la nueva Albania, a la Lucha de Liberación Nacional y a la construcción del socialismo. Sus ideas y enseñanzas han pasado a ser parte inseparable de la conciencia política e ideológica de nuestras gentes, su aplicación es ya condición decisiva para la salvaguarda de la libertad y la independencia de la patria, para el triunfo de la causa del socialismo y el comunismo en Albania. Pero, entre otras muchas, dos ideas destacan con brillo especial en su pensamiento político: son precisamente las relativas a la unidad del. pueblo y al poder popular.

Desde los inicios de su actividad política, el camarada Enver luchó con espíritu patriótico y decisión revolucionaria por la unión y la organización del pueblo en un único frente, en un frente de lucha, por la liberación de Albania al comienzo y por la edificación de la nueva sociedad más tarde. En este campo, tanto como ha brillado la originalidad de su pensamiento genial, ha destacado su militante espíritu revolucionario y su aptitud organizativa. Nadie como el se ha esforzado con tanta pasión y paciencia para unir en el Frente de Liberación Nacional no sólo a las capas progresistas de la sociedad, sino también a individuos concretos, independientemente de lo que fueran, gente con influencia o intelectuales pedantes, individuos destacados o gente sencilla del pueblo. Al mismo tiempo, nadie como el ha luchado con tanta decisión y severidad contra los enemigos, del exterior y del interior, contra todos aquellos que han pretendido lesionar la unidad del pueblo albanés lograda con tanta sangre, con tantos esfuerzos y sacrificios. Nadie como él ha desarrollado con tanta consecuencia, y a la vez con arreglo a los principles, la lucha de clases.

El partía de una gran confianza en que, estando ,el pueblo unido, estaría siempre en condiciones de edificar su vida según su propia voluntad y de hacer frente a cualquier enemigo exterior o interior.

Enver Hoxha, lo mismo que es arquitecto de la nueva Albania, lo es de la unidad de su pueblo. El programa que elaboró para la edificación del socialismo, constituye al mismo tiempo una plataforma política e ideológica sobre la base de la cual se luchó para hacer avanzar y para templar la unidad del pueblo, cuyas bases fueron sentadas en la Lucha de Liberación Nacional.

La unidad de nuestro pueblo, esa base de acero para la salvaguarda de la independencia y las victorias de la revolución, esa gran fuerza motriz de la sociedad, se logró mediante una lucha prolongada y difícil en pro de profundas transformaciones políticas, económicas, culturales, etc., dirigidas por el Partido. Se crearon las nuevas relaciones de producción sobre la base de la propiedad común socialista, hecho este que no solo elimino los viejos conflictos de clase y las diferencias sociales, sino que unificó los intereses económicos fundamentales de todo el pueblo y los hizo comunes. Se realizó con éxito y continúa desarrollandose la revolución ideológico-cultural, que ha asestado golpes de muerte a las reminiscencias de las viejas sociedades feudal y burguesa y ha hecho que se cree una sola manera de pensar y de actuar, que se establezcan por doquier comportamientos y gustos iguales. Fue esta revolución la que limpió, situó sobre nuevas bases y elevó nuestra cultura nacional, popular y democrática. Fue esta revolución la que hizo desaparecer plagas tan graves, heredadas de generación en generación, como los prejuicios religiosos y de todo orden, la que transformó en dominante la ideología materialista marxista-leninista.

Nosotros podemos enorgullecernos hoy, con toda razón, de todos los enormes logros alcanzados. Hoy unen al pueblo albanés una unidad de intere-ses y aspiraciones comunes, una misma psicología social, la misma ideología y la misma voluntad política.

La unidad político-moral de nuestro pueblo y la existencia del poder popular son dos elementos inseparables y en justa relación mutua. El poder po-pular, por un lado, es no sólo expresión de esa unión, sino a la vez su defensor. Por otro lado, su fuerza y su perspéctiva de desarrollo radican en la unidad del pueblo, en su unión en torno al Partido. No puede haber poder po-pular sin una verdadera unidad popular de las masas trabajadoras, del mismo modo que no puede existir semejante unidad sin un verdadero poder popular. Es por eso que nosotros debemos combatir continuamente en dos frentes con la misma decisión y perseverancia: por el fortalecimiento de la unidad politico-moral del pueblo, así como por el fortalecimiento del poder popular, de estas dos vigas maestras de nuestra República y de la sociedad socialista.

 

Camaradas:

Divisando desde la altura que proporcionan estos 45 años de la Conferencia de Peza, vemos aún mejor el largo camino que ella abrió para la movilización y la unión del pueblo albanés en lucha por la liberación de los ocupantes extranjeros, distinguimos mejor las sólidas bases que sentó para erigir el poder popular, comprendemos con mayor profundidad su importancia histórica. La marcha siempre adelante, con valor y decisión, por el camino que nos señala el Partido, la fidelidad a los ideales de nuestra gloriosa Lucha de Liberación Nacional y a nuestras tradiciones revolucionarias, constituyen una firme garantía para el presente y el futuro de Albania Socialista.

El camarada Enver nos encomendaba constantemente que no cesemos nunca la lucha por el fortalecimiento de la unidad politico-moral de nuestra sociedad y del poder popular, cosa que él ligaba estrechamente con el destino del pueblo albanés y el futuro del país. Es tarea de todos, de todo el pueblo, no olvidar nunca esta recomendación, no olvidar nunca que la fuerza de Albania radica en su pueblo y la fuerza del pueblo en su unidad en el Frente-Democrático. Ningún peligro puede sobrevenirle a nuestra patria socialista mientras el pueblo esté unido estrechamente, en el pensamiento y en la acción, en torno al Partido, mientras la totalidad de las masas trabajadoras estén decididas y sean plenamente conscientes para avanzar en el camino por el que el Partido nos dirige. Por eso debemos luchar contra todos los factores negativos que obstaculizan el avance, como son las manifestaciones de burocratismo y de liberalismo, de sectarismo y de dogmatismo, las cuales, de esta o aquella forma, en esta o aquella medida, provocan inquietud en las gentes y lesionan la unidad del pueblo.

Esta lucha servirá simultáneamente al fortalecimiento y desarrollo del poder popular sobre las sólidas bases que estableció la Conferencia de Peza y toda la Lucha de Liberación Nacional y que se aceraron en las grandes batallas por la edificación del socialismo. La salvaguarda del espíritu popular de nuestro poder, su constante democratización, el fortalecimiento de sus lazos con las masas y la lucha contra las distintas influencias burguesas y revisionistas que llegan de fuera, representan una de las condiciones fundamentales para su propia existencia, para la propia existencia del socialismo en Albania.

Nunca debemos cejar en el trabajo por ampliar y profundizar esa armonía de intereses entre las personas que crea el socialismo, ese espíritu de colectivismo y ayuda recíproca que reclama nuestra moral. Conservemos, y transmitamoslas, aún más elevadas, a las generaciones venideras, las tradiciones patrióticas y revolucionarias de nuestro pueblo, la alta consideración que han tenido y tienen los albaneses por la amistad sincera, por la palabra dada, su amor por la cultura y el progreso, su amplio humanismo, su actitud inconciliable con lo bajo y lo vulgar.

 

Camaradas:

Celebrando el 45 aniversario de la Primera Conferencia de Liberación Nacional, honremos también la lucha y los sacrificios sin numero del pueblo heroico de Peza, su valentía y generosidad, su palabra y fidelidad. Con respeto especial recordamos al hombre destacado de esta comarca, al valeroso combatiente indoblegable, a nuestro camarada inolvidable Myslim Peza.

Babe Myslim y toda la zona de Peza dieron su palabra al Partido y al camarada Enver Hoxha desde el inicio de la Lucha e hicieron frente al enemigo con heroísmo poco común. Por eso, siempre hablaremos con respeto y elevada consideración del pueblo de Peza y de su hijo honorable, del comandante popular y luchador valeroso, del comunista y patriota señalado Babe Myslim.

Permitidme que haga un brindis por nuestro glorioso Partido, organizador y dirigente heroico de la Lucha de Liberación Nacional y de la edificación socialista, por el Frente Democrático de Albania, heredero y continuador de aquella organización de combate que fue fundada aquí, en Peza. Premitidme que grite con vosotros por nuestro pueblo valiente y patriota, que, con su lucha, sus sacrificios y su trabajo, elevó el nombre de Albania; permitidme que desee al noble pueblo de Peza progresos de toda clase, y desearos a todos vo-sotros, queridos camaradas presentes aquí, salud y toda clase de bienes.

¡Viva el 45 aniversario de la Conferencia de Peza!

¡Gloria a la obra y al recuerdo del camarada Enver Hoxha!